X

83 15 22
                                    

-¿Gerard?- era Mikes, tocando mi puerta -Gerard ¿Sigues ahí?

Dejé salir un ruidoso sollozo y me levanté a abrirle, en cuánto me vió me abrazó.

-No vamos a dejar que nos separen, ¿Verdad?

No podía hablar, estaba preso por el llanto.

-Te quiero Gee.

Así nos quedamos un rato, hasta que escuché mi celular.

Eras tú.

-¿Hola?

-Hola Gerard... Emm...

-Ho-hola Frank

-Hola- soltaste una risa nerviosa. -Eh... Yo quería saber si estabas bien... Eh...

-S-sí Frank, estoy... - Mikey me estaba mirando con ojos acusadores por mi sonrojo. -Estoy bien.

-Ah... Bueno, me alegra... Ugh... ¿Puedes bajar?

-¿Bajar?

-Sí... Ah... E-estoy afuera... De tu... Ventana

Abrí los ojos como platos.

Me levanté de la cama de un salto y me asomé, definitivamente, ahí estabas.

Mikey estaba del otro lado de la habitación, mirándome con una ceja levantada, preguntándose qué estaba pasando.

-V-voy...- y te colgué.

-¿Quién era?

-F-Frank.

-¿Qué quería?

-Calma tus celos anteojos, quería saber si estaba bien.

-Hmmmm... ¿Y?

-Está abajo...

-Estoy bromeando tonto, baja, te cubro.

Sonreí.

Mi hermanito es el mejor.

Abrí la ventana y antes de disponerme a bajar te miré, estabas sonriendo.

Me agarré bien de las raíces que tenían más fuerza que Mikey y yo juntos y bajé cuidadosamente hasta tí.

Tu sonrisa desapareció.

-Gerard, no estás bien.

-¿Qué?

Mis ojos

Estaba llorando, estaban rojos e hinchados.

-Ah, ya.

-Los ojos siempre nos delatan ¿No es así? Por eso me quedé con la espina desde la entrada.

-Gracias por preocuparte...

-Tranquilo... ¿Ahora sí me contarás qué pasó?

Te conté lo que había pasado, desde la noche anterior hasta antes que fuéramos al colegio, obviamente omití lo de que me imaginaba una vida contigo, al terminar me abrazaste.

-Está bien Gee, intenta hacer que cambie de opinión, eres casi un adulto.

-Lo intentaré.

Nos quedamos así, estaba muy cómodo entre tus brazos, tú apoyaste tu mejilla a mi cabeza, perdimos la noción del tiempo.

-¡Psst! ¡Gerard!- era Mikey.

-Demonios- murmuré -¡¿Podrías esperar cinco minutos más?!- te separaste de mí, pero tu mano bajó a mí cintura. -¡Por Satán, Mikey! ¡Estoy ocupado!

-¡Baja la voz tarado! ¡Mamá está tocando la puerta!

-Tranquilo, nos veremos mañana.- dijiste.

-Lo siento.

-No lo sientas, me encantó estar contigo- depositaste un pequeño beso en mi frente. -Nos vemos mañana.

Acto seguido te levantaste y te fuiste corriendo, cuándo llegaste al patio de enfrente de la casa que estaba al lado de la mía, te giraste y me lanzaste un beso, tal y como había hecho yo el día anterior.

Me quedé sonriendo como tarado hasta que Mikey me tiró un bote pequeño de pintura.

-¡Eso me dolió tonto!

Subí por la enredadera que se había convertido en mi mejor amiga y entré a mí habitación, Mikey le abrió a mamá y rápidamente me quitó una hojita que se había quedado en mi cabello.

-Gerard, Mikey, lo siento chicos.

-¿Por qué mamá?- pregunté.

-Sé lo grande que es su lazo como hermanos, lo que yo más quisiera es que ambos se quedaran con quién quisieran pero Donald insistió en lo que dijo allá abajo.

-Tranquila mamá... Sabemos lo duro que es lidiar con papá.- ésta vez habló Mikes.

-Quería que supieran que tienen mi apoyo, ¿Sí? Veré qué puedo hacer para ayudarlos.

-Gracias mamá- dije

-¿Y ese cuadro?- señaló mi obra que había pintado la noche anterior. -¿Tú lo hiciste, Gerard?

-Sí mamá...

-Es bueno.- dijo y se fué.

Cuándo cerró la puerta Mikey soltó el aire, como si hubiera estado sin respirar todo ese tiempo.

-Eso fué raro.

-Sí que lo fué.

-Pero no tan raro como los besos de Iero.

-¡Michael!

-Estaba ahí, ¿Qué querías que hiciera?

-¡Ni una palabra a nadie!

-Ray ya sabe.

-¿Te lo contó?

-En realidad no tuvo qué, ¡Son demasiado evidentes Gerard!

-¡Cállate patas chuecas!

-¡Mis pies no están chuecos!- protestó. -Es que soy muy delgado y por eso se ven así.

Ambos nos reímos.

-¿Me vas a contar lo que sucede entre Iero y tú?

-Nada, no pasa nada.

-¿Sólo se besan sin ser novios?

-¡No nos besamos! Su mamá entr... Mierda.

-¿OSEA QUE SÍ?- tenía la boca abierta en forma de O

-NO, ¡NO NO NO!

-¡SON NOVIOS! ¡SON NOVIOS! ¡SE PASAN EL CHICLE!- canturreaba.

-¡NO GRITES TONTO!

Mikey corría por toda la habitación en círculos canturreando como una niña pequeña.

Sólo me acosté boca abajo en la cama y me tapé la cabeza con la almohada, estaba muerto de vergüenza.

Cuándo terminó, o se cansó, me quitó la almohada de la cabeza.

-Tranquilo Gee, no le diré a nadie.

-¡Más te vale!

Sonreí al recordar esa noche.

-----------

Lo publico ahorita porque me salió chiquito jsjs.

Les amo, bai 💗

-V

Somebody Else ♥ <Frerard> TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora