A night of drinking and...

Sigamos conociendonos

No estaba prestando demasiada atención al pelirrojo, por que lo que deseaba justo en ese momento era que la tierra se lo tragara y por supuesto, en el proceso, trataba de evitar su mirada intensa que no hacía sino ponerlo aún más nervioso de lo que estaba. Aunque, tan perdido en su mundo se hallaba que no notó el movimiento del contrario, no presto absolutamente nada de atención mientras su enemigo se movía con agilidad por la cocina y poco después colocaba frente a él una taza de café y un plato de comida que siendo sincero, se veía delicioso.

"No sabía que Yagami sabía cocinar" - pensó, observándole con cierta confusión por su repentina y extraña amabilidad, y bueno, hasta ese día realmente nunca se había preguntado que hacía su nemesis durante el día, si el mismo cocinaba para si o si alguien más lo hacía, incluso en algún momento, llegó a pensar que el pelirrojo ni siquiera tenía buenos hábitos de alimentación. Tampoco se había preguntado cómo vivía alguien tan sombrío como el heredero del clan de la luna, pero viendo el limpio apartamento de ventanales grandes y de iluminación agradable, estaba seguro de que los rumores sobre su apartamento oscuro, lúgubre y sin tecnología eran rumores absurdos, ahora su curiosidad por su enemigo había aumentado en tan sólo esa mañana. Deseaba saber cómo vivía ese sujeto de aspecto rebelde, deseaba saber cómo pasaba sus mañanas, tardes y noches... una curiosidad tan grande que solo crecía en su interior sin que él pudiese evitarlo.

Hasta ese momento, realmente era que caía en cuenta de lo poco que sabia de Yagami, es decir, no eran amigos, era normal, pero en verdad ¿no sabia nada relevante de aquel sujeto? Al menos, de lo poco que conocía era que tocaba en una banda, que era odioso la mayor parte de tiempo y que detestaba a casi todos a su alrededor...¿Que mas? 

- Estás mirándome demasiado de nuevo, Kusanagi - la voz potente del pelirrojo le sacó de su ensoñación, asustándole por lo repentino del asunto y porque hasta el momento, no se había percatado de su mirada insistente sobre Yagami, aunque este no presto atención  a su sorpresa y continuó hablando - si lo que quieres es que se repita lo de anoche, te complaceré, pero mas tarde... tengo cosas que hacer por ahora - esas palabras no hicieron sino enrojecer al joven castaño, quien no pudo renegar y simplemente soltó un "déjate de tonterías, Yagami". Claro, que el contrario se rió en su cara y luego se levantó para dejar sus platos sucios en el lavaplatos - Come, Kusanagi... volveré por la tarde, si te has ido para entonces, supongo que te veré después.

-De todos modos ¿a ti quién te dice que pienso quedarme a esperarte? - sus mejillas rojizas le quitaban algo de credibilidad a su reclamo, por lo que en un intento de verse amenazante, no aparto la mirada de su enemigo, arrugando la nariz sin notarlo y viéndose a ojos del pelirrojo,bastante llamativo e incluso parecía haber perdido de momento su odiosa aura y arrogancia.

- Conociéndote, se que no lo harás... pero viendo que apenas puedes caminar - dijo con una sonrisilla burlona- creo que no tienes muchas opciones de aquí a que te recuperes un poco... nos vemos, Kyo.

Eso fue todo, el pelirrojo simplemente pasó de largo y salió por la puerta principal, dejando a un enrojecido castaño en el departamento, maldiciendo en voz baja y aún así, comiéndose lo que el otro le había dejado. Porque bueno, podría estar muy enojado, pero el hambre era el hambre...

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Había querido marcharse luego del desayuno, pero sus piernas débiles apenas podían mantenerle en pie mucho tiempo, le dolía principalmente la espalda baja, por lo que odiando su idea, optó por darse un baño en el departamento de aquel pelirrojo. Fue sin duda algo que necesitaba...

"Que relajante " pensó mientras se sumergía en la bañera y suspiraba un poco por el alivio que sentía.

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Luego de su ensayo con la banda, pasó a comprar algunas cosas en las tiendas cercanas a su departamento. Normalmente, habría comido afuera alguna cosa sencilla o habría llevado comida instantánea, pero... por alguna razón ese día tenía ganas de comer en casa.

No estaba del todo seguro de que aquel odioso niñato castaño siguiese en el apartamento, pero viéndole en la mañana y la manera en la que caminaba y maldecía igual, suponía que a a pesar de su orgullo y terquedad está vez no se arriesgaría a que sus conocidos le vieran en ese estado tan patético...

Mientras pensaba en lo sucedido con Kyo, no pudo evitar soltar una risilla burlona mientras continuaba su recorrido. Claro, que no esperaba toparse con aquel pelo pincho de porte demasiado engreído y cara de niña.

-¡hey tú! ¡Yagami!

- tsk. No molestes...

-Espera, espera... - continuó el rubio, interponiéndose en su camino y arriesgándose en el proceso a que el pelirrojo se enojara y comenzará una pelea, más sin embargo, este sólo le observo con seriedad, quedándose en su sitio sin decir absolutamente nada. - ¿Dónde está mi amigo? Estoy  casi seguro de que lo deje contigo anoche - no era una pregunta amenazante, tampoco estaba serio, sino que mantenía una apenas imperceptible sonrisilla  en su rostro, mientras esperaba respuesta.
- Eso no te importa, lo dejaste a su suerte, imbécil...

-Hablas como si te preocuparas por eso... supongo que debería ser normal, después de todo, tu no quieres que el sea dañado - ante eso, hubo apenas una leve sorpresa en el rostro del pelirrojo, pero esta desapareció casi tan pronto como surgió- es tu objetivo... eres quien desea matarlo ¿no?

- No se que quieres entonces. Tu le dejaste anoche.

-¡Tenia que hacer algo importante! Como sea - dijo restandole importancia al asunto, agitando su mano en el proceso - Espero que este bien, porque si no aparece en estos días, su familia y en especial Yuki, harán un escándalo... te lo encargo, estoy seguro de que sabes donde está - y con eso y una sonrisa burlona que le aseguraba a Yagami que sabía algo, se marchó.

Ese nombre... "Yuki" resonó en su cabeza y le molesto sin tener clara la razón por la que lo hizo. Aquella chiquilla de cabello corto y rostro aniñado, con la voz mas desesperante que Yagami había escuchado alguna vez.