Capítulo 7. ¿Y ahora que más puedo hacer?.

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Enero del 2012.

- Señor, creemos haber encontrado una niña con un dios dentro de ella.- Agente del gobierno.

- ¿Están seguros?.- Preguntaba Ah Puch.

- No tenemos la menor duda, ya la hemos analizado muy de cerca y posee habilidades extraordinarias.

- Tenemos que traerla aquí para que yo lo pueda ver con mis propios ojos.

- Usted diga la señal y capturamos a la niña de su casa.

- Que sea esta noche iremos hacer una visita a su familia.

En el presente.....

Vladimir abre sus ojos confundido.

- ¡¿Donde están?! Voy a matarl.....- confundido mirando a su alrededor Vladimir pregunta.- ¿Donde estamos?.

- ............

- ¿Quetzalcóatl?

- Aquí Vladimir ven a observar la hermosa vista por un momento.- Dijo Quetzalcóatl.

Vladimir se acerca hacia el.

- Wow es realmente hermoso, ¿Estamos en las pirámides del sol?.

- Exactamente amigo.- Decía Quetzalcóatl suspirando hablando con una voz nostálgica.

- ¿Qué tienes Quetzalcóatl?.- Preguntaba Vladimir

- Es que recuerdo cuando todo era paz y tranquilidad en nuestro hermoso Tenochtitlan, cuando todo era perfecto.

- Aún podemos solucionar esto Quetzalcóatl, podemos destruir a la organización para que no tenga a mas gente encerrada teniendo los poderes que yo tengo...... Y por cierto tengo que agradecer muchas cosas.

- ¿Por qué tendrías que agradecer?, Solamente te eh traído desgracias a ti y a tu familia hice que tú padre resultará herido, no mereces estos problemas solamente por mis estupideces Vladimir.

- No digas eso Quetzalcóatl, lo de mi padre tu y yo no estuvimos atentos al momento en que le dispararon, pero logramos salir juntos de el templo mayor, matamos juntos al que me había hecho daño me has ayudado en muchas cosas.

- Tienes razón Vladimir, debemos ir por esos hijos de perra.

- Bien la pregunta ahora es, ¿Cómo regresamos a la ciudad?.

- Oh mierda, antes de que preguntes cualquier otra cosa, necesito decirte algo....

Enero de 2012.

Una niña muy linda y tierna se prepara para dormir.

- Dulces sueños hija.
- Te amamos mucho.
- Gracias mami y papi ustedes también descansan.

Se ve a unos hombres armados y vestidos de negro caminando poco a poco hacía una casa.

- Señor estamos muy cerca del objetivo usted denos la orden para entrar a la casa.

Ah Puch se encontraba en una oficina con una pelota en la mano moviendo la  de una mano a otra como si estuviera preocupado o nervioso.

- Adelante, traigan a la niña .

Un agente toca la puerta de la entrada principal.

- ¿Quien estará llamando a la puerta?.- Pregunta la madre

- No tengo idea.- El padre se empieza  acerca para abrir la puerta.- ¿Esperas a alguien?.

Al abrir la puerta y apenas saludando el señor recibía un culatazo en la nariz cayendo al suelo sangrando.

El Retorno De Los Dioses PrehispánicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora