Capitulo 14. La comunidad

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- Oye Quetzalcoatl llevamos mucho tiempo caminando, ¿Nos falta mucho?.- Decía Vladimir mientras cruzaba las manos y frotaba su cuerpo para que se calentara ya que el clima era frio.

- Es un esfuerzo que tienes que resistir.- Decía Quetzalcoatl

- Bueno yo entiendo todo eso pero enserio hace mucho frío y me estoy congelando llevamos mas de un día caminando, no hemos parado ni siquiera para comer.- Decía Vladimir con mucho cansancio.

- No te preocupes ya casi estamos, solo te quiero pedir que seas prudente por favor, no están acostumbrados a tener visitas.

- Okey de acuerdo, oye tengo algo que decirte...

- ¿Que pasó?.- Decía Quetzalcoatl preocupado.

- ¿Por qué crees que Balam traicionó a todos los que lo apoyaban?.- Decía Vladimir

- Para serte sincero, no lo sé no entiendo el porque lo hizo, siempre apoyó nuestra causa le encantaba la idea de recuperar nuestro hermoso Tenochtitlan, sin difundir temor solamente llamando a la gente.

Inició un silencio muy incómodo hasta que Vladimir dijo:

- Mira ya llegamos a una ciudad, ¡Es perfecto! Vamos a buscar a tus amigos.- Corría hacia la posición señalada

Quetzalcoatl deteniendo a Vladimir le dijo:

- No es por ese lado, tenemos que avanzar por aquí camina rápido que por esta parte es muy difícil de caminar de noche.

- ¿Y si mejor nos detenemos y nos contamos algunas cosas?.- Decía Vladimir totalmente ignorado por Quetzalcoatl.

Siguieron caminando por casi 2 horas más, cuando Vladimir se detuvo un momento ya que escuchaba una voz muy familiar acercándose cada vez más solamente escuchaba: "Estoy orgulloso", Quetzalcoatl al voltear lo miro con mucha confusión y solamente para calmarlo le dijo:

- Ya llegamos.

Vladimir dejo de escuchar la voz y quedó totalmente sorprendido ya que mucha gente se quedaba observando con miedo y le gritaban en náhuatl varias palabras que el no entendía.

- Ey tranquilos no se desesperen.- Decía Vladimir enojado.

- Tranquilo tienes que ser amable no perteneces a ellos obvio tienen curiosidad y miedo de tenerte cerca.

Seguían caminado y la gente solo se quedaba viendo con miradas muy difíciles de ignorar, llegaron a una choza y Quetzalcoatl le decía a Vladimir que se quedará quieto que no se moviera por nada del mundo por unos minutos mientras hablaba con alguien, Vladimir se quedó quieto solamente movía de un lado a otro su boca y ojos, un niño se le acercaba a sus piernas y lo abrazaba con mucha ternura a el simplemente se le hacía muy hermoso sentir el amor de otra persona cerca de el ya que no había tenido un momento así de relajante por mucho tiempo.

- Espera aquí necesito entrar yo solo.- Decía Quetzalcoatl.

- Okey, tu entra porque no creo poder caminar con este niño enganchado sobre mi pierna.

Después de un rato Vladimir muy incómodo por toda la gente que estaba cerca de el solamente trataba de alejar su mente un momento de ese lugar. Entonces sale un señor de la casa donde entró Quetzalcoatl se acerca cada vez más a Vladimir lo observa y solamente grita...

- ¡¡¡Teoyocoyani!!!!

Y todas las personas se tiraban al suelo, venerando a Vladimir, el niño asustado soltó su pierna y salió corriendo.

- Me imagino que ya saben quién soy y que no les agrado del todo.- Decía Vladimir un poco desilusionado.- ¿Que les hiciste para que nos odien?.

Quetzalcoatl solo se quedó callado y le pedía a Vladimir que entrara a la casa del viejo para poder hablar, camino hasta la entrada y paso a sentarse la casa olía a escremento de vaca por la forma de construcción era obvio que no conocían mucho exterior solo el de ellos.

El Retorno De Los Dioses PrehispánicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora