En esta fanfic leerás inmensas imagines, donde no solo vas a imaginar pero vas a tratar de vivirlo, donde eres parte de la vida de cada uno de los integrantes de The Umbrella Academy, en especial Numero Cinco.
(PRIMER LIBRO DE IMAGINAS SOBRE CINCO)
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*** Ocho sonrió a si misma en el espejo, satisfecha con su look. En 10 minutos más su novio pasaría por ella, y estaba feliz. Claramente se estaba convenciendo de que lo está, pero en realidad no está nada más ni nada menos que confundida.
Su expresión cambió rápidamente a una seria al recordar como había robado aquella ropa, no le gustaba hacerlo, pero no tenía dinero.
— um pase— Ocho respondió al toque de la puerta.
Aunque se arrepentía de echo al ver a Cinco entrar a su habitación. No quería verlo, no después de lo qué pasó hace una semana en la sala.
— wow...te vez...bien— La chica sintió el calor subir a sus mejillas, así que se volteó y respondió con una gracias.
— ¿necesitas algo?
Cinco la miro de espaldas y se levantó sin siquiera responder a la pregunta de la joven. Posicionó una de sus manos en el hombro de la tensada muchacha sintiendo lo nerviosa que estaba.
Ocho se volteó, quedando a centímetros de su 'antiguo' amor. Admiro lo celeste de los ojos de este para solo morder su labio inferior lentamente.
Estos se miraban a los ojos, sin saber que hacer. No decían nada, no hacían nada, solo se admiraban, como si fueran piezas maestras de arte.
— bésame.
— ¿que?
— solo bésame
Ocho lentamente se acercó a Cinco, obedeciendo su orden. Los labios de ambos de movían al mismo ritmo. La lengua de cinco se introdujo sin permiso, apasionando el beso.
Ambos gimieron al sentir el roce de sus partes. Las manos de Cinco se metieron dentro de la feminidad de la chica una vez que removió su falda y bragas. Este sonrió al escuchar los gemidos que salían de la joven, le encantaba hacerlo.
Ocho se acercó a el y lo beso removiendo su camiseta, dejando a la vista el marcado torso del chico que pronto estaría entre sus piernas.
— maldicion.
Ocho se paró rápidamente y comenzó a ponerse su ropa nuevamente. Aplicó su labial en sus labio inchados.
— ¿a donde vas?— Cinco se coloco su camiseta y la miro atentamente.
— yo me voy, esto no tenía que pasar.
Esta salió de la habitación corriendo. Al llegar a la puerta abrió con una sonrisa.
— te vez increíble.
Cinco miraba desde las escaleras a la chica con la que casi tuvo sexo, darle un beso al apuesto chico que se encontraba en la puerta. Fue ahí cuando entendió en "esto no tuvo que pasar."
