Confusion

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No pregunte mas acerca de ella ni de donde provenía, ya que no recordaba ni su nombre y como cayo del cielo solo le decia Estrella.

Pasaron los dias y ella seguia conmigo, me había compañia y platicabamos de todo lo que habia hecho en el dia a excepción de los dias en que me perdia despues de esos fuertes dolores de cabeza. Saliamos a comer o cenar juntos ella era mi unica amiga y compañia.

Después de un par de meses sentia algo especial, que crecia en mi, me gustaba su sonrisa, sus ojos celestes tan penetrantes que guardaban un secreto que no quería ser revelado, su forma de caminar y lo delicada que era para ciertos modales y la forma de tomar el te juntos, era tan propia que parecia deverdad uma princesa, muy refinada que había venido a mi por alguna razón. Definitivamente me estaba enamorando de ella.

Así pasaron los dias hasta que un día sin pensarlo tropezó con migo al salir ella de la habitación improvisada que habia hecho en él estudio y caimos al piso en una situación algo comprometedora, en la cual nos miramos a los ojos sin decir nada, pude ver sus mejillas sonrojarse y como latía su corazón, solo desvíe la mirada y la ayude a levantar para ir a desayunar, la invite a salir y a epto e cantada asi que fuimos a desayunar, después de ahí ella no menciono nada ni tampoco toque él tema, me dio la noticia que conocería este mundo y enttaria a estudiar a la secundaria, yo encantado de la noticia la lleve a el instituto donde yo estudiaba, entro y vio todo ahí dentro entro a él último grado y de inmediato comenzo sus estudios, aunque por ende mis gastos aumentaron al hacerme su protector.

Los dias pasaron y yo seguia soñando a esa joven y con mi amnesia que parecía perpetua hasta que tope con aquella niña rubia en la joyería, con sus malas notas y su mal humor, no podia evitar reírme de ella aunque hubo algo que me intrigo en ella.

Mi estrella había ocupado la mayor parte de su tiempo en la escuela y su pasión ya que tocaba muy bien el piano, tomaba clases extras y se quedaba hasta Tarde ya solo podía verla por las noches cuando yo salia de la preparatoria, le contaba mis cosas y ella a mi hasta sobre esa niña rubia que me topan hasta en la sopa.
Un día sin pensar me acerque tanto a ella que mis impulsos por probar sus labios no cesaron hasta hacerlo, ella no pronuncio palabras y correspondió rodeando mi cuello, sentados los dos en el sofá, hasta que se aparto y se fue a su habitación si. decir nada, rápidamente corriendo detrás de ella pero no me dejo entrar, le pedí disculpas y me fui a dormir a mi habitación, me sentía confundido porque a mi mente venia aquella niña rubia y aquella otra heroína que me topaba a cada momento, sabia que era yo ese enmascarado pero no sabia porque razón estaba ahí para ella siempre. así seguí hasta quedar dormido.

Mi Dulce PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora