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Louis estaba rabioso, más allá del control. Salió de su despacho hecho una furia, caminó dando grandes zancadas cruzando el corredor y subiendo las escaleras. Si alguno de los criados se cruzaba con él, corría a esconderse para ponerse fuera del alcance de su amo. Nunca lo habían visto así.

Abrió la puerta del dormitorio de Harry, haciendo que por el impulso golpeara contra la pared, y entró como un torbellino. Él aún estaba vestido, sentado delante de la ventana observando el exterior. Se levantó de un salto cuando lo vio, y tembló sin poder evitarlo.

Louis se dirigió hacia él, lo cogió del brazo y lo sacudió.

"¿Qué especie de juego estás jugando, esclavo?" le recriminó. Su voz salía como un silbido grave entre los dientes apretados "¿Qué piensas conseguir?"

Harry no contestó. Se echó para atrás y cerró los ojos con fuerza y se cubrió con su brazo libre, Creyó que iba a pegarle, y no de una manera en que le gustara.

"No voy a pegarte" dijo soltándolo de improviso. Harry trastabilló hacia atrás, tropezándose y tuvo que agarrarse a la silla para no caer "Dame los pagarés" le ordenó, imperioso.

"N... no los tengo" contestó en un susurro. ¿Cómo se había enterado? Maldijo interiormente.
Alguien debía haber escuchado la conversación con su tío.

"No mientas" dijo Louis remarcando el espacio entre las dos palabras más de lo necesario.

"Los quemé, amo. Ya no los tengo."

Louis rugió de rabia. ¡Estaba tan furioso! Con él, consigo mismo, con todo el mundo.

"¿Quién te los dio?" Harry negó con la cabeza. No pensaba delatar a Katerina. Ella lo había hecho por su bien, le debía lealtad por su generosidad. Louis rio, y su risa sonó siniestra "No es necesario. Sé perfectamente quién ha sido, y créeme que Katerina se arrepentirá de haberte ayudado."

Harry no dijo nada, pero por la expresión de asombro mezclado con miedo, Louis supo que había dado en el clavo: su suposición había sido certera.

"No te atrevas a hacerle nada" siseó Harry, sacando sucarácter". No lo hagas o..."

"¿O qué?" preguntó insolente "¿Qué harás si la castigo?"

"Eres un hombre odioso, Louis Tomlinson, ¿lo sabías? Te empeñas en parecer malvado, cruel, sin corazón. Me provocas y me empujas esperando que me aparte de ti. ¿Por qué quisiste manternerme aqui? Gemma tenia el dinero para pagarte podrias haber cobrado tu maldita deuda si hubieses querido, pero en lugar de eso decidiste mantenerme a tu lado ¿Porque? ¡Dímelo, maldita sea!" La respiración de Harry era agitada, y su rostro se estaba poniendo colorado mientras apretaba con fuerza los puños. Louis lo miraba con un gesto despectivo en los labios "Recurriste al chantaje para tenerme, ¿para qué? ¿Para una estúpida e infantil venganza?"

"¡¿Estúpida e infantil?!" estalló él "¡A ti puede parecerte algo pueril, pero tu respuesta a mi invitación corrió de boca en boca! ¡Fui la burla de todos!" Se había acercado tanto a él que estaban a pocos centímetros de distancia mientras gritaba "Lo único que quería era ser parte de un círculo social de gente de la alta sociedad
¡Pero tú lo estropeaste todo! Tus amigos corrieron la voz y muchas personas se negaron a hacer cualquier otros tipo de negocios conmigo. Después de aquello tuve que renunciar, a la idea de dejar mis casas de apuestas y dedicarme a otra cosa" Harry lo miraba y se le iba encogiendo el corazón más y más con cada una de sus palabras. Nunca hubiera podido imaginar que sus palabras dichas sin pensar y con todo el desprecio del mundo, hubiesen hecho tanto daño a un hombre que parecía invulnerable en todos los sentidos "¿Y aún te preguntas por qué te elegí a ti? ¡Justicia, Harry! ¡Eso era lo que quería!"

Esclavo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora