Brownsville – Brooklyn (New York) – Estado de New York. 03 de noviembre de 2019. 00:25
Era la media noche. Después de hablar con Max se habían alistado rápidamente. Izzy le había dado los lentes de contacto mientras Max le explicaba que sus ojos lo delatarían de inmediato ya que su azul no era muy común, Alec nunca los había usado en su vida pero ya los odiaba, fue todo un infIerno colocárselos.
Había guardado estratégicamente los cuchillos y las pistolas por todo su cuerpo. Agradecía mentalmente al frío de inicios de invierno que obligaba a cualquiera que quisiera salir a llevar largos y pesados abrigos para mitigar las bajas temperaturas que había de noche como de día.
Lo que más se le había dificultado fue colocar las pistolas, él no solía salir con un arsenal a diario de casa y tener esas dos pistolas: una en su espalda y otra en lo bajo de su pantalón se sentía realmente incómodo. Estaba más acostumbrado a los cuchillos que era lo que portaba diariamente.
Cuando Alec se miró al espejo después de terminar de cambiarse en el baño de aquella estación de servicio sus labios boqueaban como pez fuera del agua. Su cabello lucía rojizo un poco más largo de lo normal y se arreglaba descuidadamente sobre su cabeza, tapando sus cejas y algunos mechones más largos rozando con ligereza sus ojos; la peluca era estupenda de eso no le quedaba la menor duda. Haciendo juego con su nuevo color de cabello que resaltaba con su pálida piel estaba una barba, no era muy espesa, pero era suficiente para ocultar las angulosas facciones de su rostro. Nadie que lo viera pensaría que era Alec, ni el mismo lo pensaba... Y su ropa... Bueno definitivamente no era su estilo. Alec tardó unos segundos admirando el trabajo del lugar, esa tienda era indudablemente buena.
Habían llegado con mucho tiempo de antelación incluso después de haber hecho todo el camino hasta el Bronx para cambiarse, rentar el auto y hasta tiempo para comer un bocadillo nocturno les había quedado.
Habían aparcado en Newport St, confundiendo el vehículo en el que iban con los demás que ya estaban aparcados en la calle frente a las casas de la zona.
La cita con los compradores sería en la esquina ente Newport y Junius St. Izzy esperaría con el coche encendido en cuanto la otra parte llegara por si algo sucedía y él saldría faltando 15 minutos para la hora acordada o si alguien venía.
El reloj marcaba las 12:45. Entre el frío de la ciudad, lo desolado que se veía la calle y la destartalada esquina fácilmente la escena pasaría por una película de terror. Alec estaba espantado. Aunque por fuera lucía tranquilo era la primera vez que veía a un cliente y aunque llevaba entrenando su cuerpo desde que tenía 13, nunca se podría estar lo suficientemente preparado. Decidido, dio un pequeño asentimiento de cabeza que Izzy correspondió, antes de sacar su arma para estar totalmente preparada; con cuidado de no alertar a nadie de su presencia, se escabullo del coche confundiéndose en las sombras que se hacían por el contraste entre la luz de la luna y de las farolas de la acera.
Hace algunos años, cuando el negocio se había vuelto serio crearon algunas identidades falsas tanto para él como para Izzy; burlar el sistema era mucho menos difícil de lo que pensaba y más cuando esa nueva persona tenía su propia cuenta bancaria y fácilmente pasaría por un ciudadano ejemplar. Antes de irse, había cargado las nuevas fotos al sistema ya que Jeremy Smith se había hecho un pequeño cambio de look. ¿El nombre? Era completamente aleatorio, no era tan tonto como para escoger algo que de alguna forma pudiera ligarlo a él mismo. Entre menos relación tuviera con Jeremy Smith, mejor sería.
Con toda la cautela de años de entrenamiento llegó hasta la esquina, pasando desapercibido entre unos árboles en Junius St. Tenía que dominar la zona, saber cuándo llegarían, por donde lo harían y posibles rutas de escape; nunca se podría ser lo suficientemente cuidadoso.

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Transgresión (Malec)
FanfictionAlexander era un joven de apenas 22 años de edad. Una calamidad afectó a su familia hace 10 años, quitándole a sus padres y con ellos, una parte de sí mismo. Diez años después, con Izzy siguen soportando la pérdida a su propia manera. ¿Sus esfuerzos...