Transgresión (Malec)

VIII

—¿Quiénes Jeremy? —Era la primera vez que Alec pronunciaba palabra coherente en varios minutos, aunque seguía temblando y llorando. Magnus sabía que ese chico de Jeremy solo tenía ese supuesto nombre, a él no lo engañaban tan fácilmente y que hubiera una vida completa "construida" solo complicaba parcialmente el asunto, pero no lo dulía: Jeremy solo era una tapadera. ¿De quién? Aún no tenía idea; ¿Por qué se usaba? Tampoco lo sabía; pero viendo la reacción del chico se podría imaginar sin mucho esfuerzo algunas cosas.

Magnus trató de dejar de psicoanalizar al chico unos minutos, o sea, ya sabía que Jeremy evidentemente no existía, pero tenía al chico alias "Jeremy" temblando sabrá Lilith por qué. Trabajaría una cosa a la vez, y esta, era tratar de calmarlo de una forma u otra.

—Vamos, Jeremy, relájate, todo estará bien —repitió nuevamente Magnus dejando un casto beso en la frente del chico.

—Pe-perdón Magnus... —susurró Alec pasados unos minutos de forma casi inaudible. Magnus resopló aliviado, al parecer estaba volviendo finalmente en sí.

—Vamos cariño, no te preocupes —repitió Magnus, acariciando delicadamente su espalda.

—Ma-Magnus... Yo... Esto no me había pasado en mucho tiempo... Yo... Lo siento mucho... Yo, creo que debería irme —dice el chico con un poco más de firmeza, tanta como podría cuando su cuerpo estaba evidentemente temblando y sus lágrimas aún cayendo.

—No Jeremy, no te dejaré irte en este estado ni loco. Tal vez no lo parezca casi el 90% del tiempo, pero soy un Detective del NYPD; sin importar qué, mi primera tarea es velar por la seguridad de los habitantes de New York y querido, tú estarás todo menos seguro como estás allá afuera —afirmó Magnus con vehemencia, sin dejar espacio a discusión.

—Vale, vale. ¿Al menos podría ir al baño papá? —Alec se rio un poco, ese era el apodo que sus hermanos le tenían y debía admitirlo, era muy divertido usarlo con otra persona; obviamente nunca les diría eso.

Magnus lo miró ligeramente mal, presumía que sería por el "papá" pero de inmediato volvió a su jovialidad usual —Deberías cambiar ese "papá" por "papi" cariño —dijo con picardía.

«¡Oh por todos los cielos! ¿Este tipo está flirteando en un momento como este? ¿Es en serio?» se preguntó Alec, mirándolo con incredulidad, pero al menos estaba logrando distraerlo, si ese era su objetivo, admitiría que lo estaba haciendo bastante bien —¿En serio estás flirteando Bane? ¿En serio?

Magnus solo se encogió de hombros y le regaló una sonrisa radiante. Alec estaba volviendo al papel y se recordaba que no debía permitir que le viera tanto la cara. Había estado mirando infinidad de fotos de su Instagram, el de Alec obviamente, así que entre menos lo viera directamente mejor. —Ve rápido cariño, pediré algo para nosotros, ¿algo en especial?

—¡Quiero probar las "arepas"! —respondió Alec mientras se dirigía al baño. Se estaba cuestionando qué había pasado con su cabeza hace unos minutos.

—¡Espabila! —se gritó frente al espejo, golpeando sonoramente sus cachetes. Sus ojos lucían horribles, vidriosos por las lágrimas que habían bajado hace unos minutos. En sus mejillas se comenzaba a trazar un camino de lágrimas secas, pero por lo demás, todo está perfectamente donde debía estar. Alec suspiró aliviado.

Era sorprendente lo diferente que se vería solo con unos cuantos cambios. Bueno, muchos cambios, pero sí lucía como alguien diferente, no le sorprendía que a Magnus le costara reconocerlo cuando ni él mismo lo lograba del todo —Vamos Jeremy, regresarás con Magnus, comerás y no lo volverás a ver en tu vida —se dijo limpiando los restos de lágrimas. Su cuerpo aún se sacudía solo que más suave. Alec se había convertido en un experto lidiando con cosas como esos estúpidos ataques de pánico, le había costado por mucho tiempo, pero lo había logrado, hace ya varios años que no le daba un ataque así en público. —Tú puedes, ya casi Jeremy...