capítulo cuatro

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Naruto

Había pasado un tiempo desde... eso, ya saben. Bueno, la cosa es que desde entonces Hinata ha estado ignorándome como si ahora realmente me odiara, o peor aún, como si no m conociera.

Tampoco es como que quiera estar llamando su atención a cada segundo, es más, conociendo la relación que ambos llevábamos hasta hace unos días eso sí que se vería demasiado extraño, al menos a mí parecer.

¡Pero aún así!

No deja de molestarme el hecho de que elle me ignore de esta forma. ¿Será que me está culpando por todo lo que pasó? bueno sí, fui yo quién lo comenzó todo y tampoco tengo la mejor explicación del por qué, porque sinceramente ni siquiera tengo una pero vamos, le gustó, por supuesto que le gustó así que no me puede decir que no.

—Maldición... —gruñí, una vez más aquel día, llamando la atención de todos los que estaban en la misma mesa que yo. Ya era bastante obvio que me estaba comportando de una manera demasiado extraña, o bueno, en realidad ellos casi siempre decían que yo era extraño en sí, pero ahora me estaba pasando. Eso hasta yo lo sabía.— ¿Qué? —les pregunté después de un rato ya que no dejaban de verme y sinceramente me estaban comenzando a incomodar, otra vez estaba sintiendo una gran molestia porque sabía que en cualquier momento me iban a molestar.

—¿A quién maldices tanto? digo, si es que se puede saber —Kiba me sonrió y yo sólo le hice una mueca, si a él le pagaran por estar de metiche en asuntos que nada tiene que ver con él, y si fuera lo suficientemente generoso con su ganancia, ahora estaríamos todos de vacaciones en uno de los países más caros del mundo. ¿por qué todos? porque dónde come uno comen siete y a donde va uno van los mismos siete. Si me entienden, ¿no?

—Te estoy maldiciendo a ti por estar de entrometido. ¿contento?

—Ah, veo que no te tocó...

—¿Qué?

—Nada.

Kiba siempre me molestaba porque según él yo era un santurrón a comparación del resto de los chicos que ya habían tenido más de alguna experiencia, no sé cuantas y no me interesa saberlo, aunque en realidad siempre lo están comentando y por más que quiera pasar de eso y no prestar atención, siempre me termino enterando de todo, en cambio yo... estuve cerca de tener sexo con Hinata y eso es todo lo que puedo decir porque mis experiencias sexuales no existen, o al menos así era hasta que llegó ella y... o más bien llegué yo y ya saben que fue lo que pasó.

Pero de cualquier forma mi grupo de amigos no tenía por qué saber lo que ocurrió entre nosotros. Decírselo a ellos no solo sería una indiscreción de mi parte, sino que también me haría sentir como un ser miserable por hablar de lo que no debo, con quiénes no debo.

Decidí no seguir prestándole atención al molesto de Kiba y me levanté para ir al baño, pero claramente no les dije a dónde iría ya que tampoco era del interés de ninguno de ellos ya que todos parecían estar tan interesados en mi vida privada, ahora se quedaban con la duda por que yo no iba a decirles nada. Y menos tratándose de Hinata, a ver, ¿cómo les digo que casi tuve sexo con una chica a la que hace algunos días no soportaba? ¿cómo? si bien, no es muy difícil de tratar, como todos saben Hinata y yo éramos todo lo contratio, entonces, prefiero guardar su dignidad y mi vida, si voy por la vida contando las cosas por ahí y se entera, no tengo que ser una adivino para saber lo que se vendrá para mí a futuro: ella me mata porque me mata, además no debo ni tengo por qué hacerlo. Son cosas privadas, no me voy a sentir más hombre por andar diciendo esas cosas.

Odio y Lujuria [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora