Odio y Lujuria [NaruHina]

capítulo dieciséis

Fueron días maravillosos, los mejores de toda mi vida me atrevería a decir. La verdad es que el viaje fue ideal, era sin duda lo que necesitaba para poder ser capaz de adronatr mis sentimientos hacia Hinata... y lo más importante, poder decirle cuánto la quería, cuánto la amo.

Lamentablemente los días transcurrieron muy rápido, demasiado. Pero, aún así, no puedo decir que no los aproveché. Nunca me había sentido tan contento, ni tan feliz como cuando estuve pasando tiempo junto a Hinata.

Ya para nadie era un secreto que había algo entre nosotros, pero tampoco es que me importara si tenían algo que decir al respecto. Yo era feliz, y me estaba reforzando muchísimo porque Hinata lo fuera también, si ella es feliz entonces yo no necesito nada más.

¿Estás despierta?

Esta era nuestra última noche aquí, mañana partiríamos a casa nuevamente. Podíamos compartir todos juntos durante el día, no había problema, pero cuando caía la noche cada grupo a sus cabañas, y con eso me refiero a hombres y mujeres completamente separados, Kurenai fue tajante en eso.

Vamos... ¿en serio pensaba que aquello a lo que tanto le temía ocurriría durante la noche? Por favor.

Preciosa💕: Es temprano para dormir

—¡Vamos a disfrutar con todo esta noche!

Antes de poder contestarle a Hinata, Kiba me distrajo con su nuevo monólogo. Con una sonrisa de oreja a oreja veo como de su mochila saca una botella llena de lo que parecía ser alcohol. Y por lo que puedo ver después, no es sólo una.

¿Cómo se las había ingeniado?

—¿Kiba, de dónde sacaste eso?

—Las compré —se encoge de hombros y me lanza una cerveza. Una no hace daño. ¿Verdad?

—Si Kurenai se da cuenta te mata, lo sabes. ¿No? —Sasuke lo encaró, pero no por eso le rechazó la cerveza que Kiba también le lanzó. Era como el Dios del alcohol, un Dios generoso.

—Lo sé, pero no tiene por qué saberlo. ¿O sí?

Todos dirigimos nuestras miradas hacia Shikamaru.

—¿Qué? —él muestra su semblante serio y lleno de aburrimiento cuando siente todas las miradas puestas sobre su persona.

—No vas a decir nada —aquello no es pregunta.

Shikamaru frunce el ceño, finalmente suspira y se estira sobre su cama dejando un brazo detrás de su cabeza. Aquello para nosotros es un sí.

Kiba compró alcohol

Preciosa💕: Un clásico de Kiba😑

Me dio una cerveza

Y quién soy yo para rechazarla😚

Preciosa💕: Ay sí, pobre de ti😹

—¡Oye dame eso!