Hinata
—¡¿Qué tú qué?! —salté a cubrirle la boca a Sakura cuándo de pronto todos estaban pendientes de nuestra conversación.
—Sakura por favor guarda silencio, no es algo que todos tengan que saber... —quité mi mano de su boca después de rogarle que no me delatara frente a tanta gente, lo cuál no sería un problema si "esa gente" no fuesen nuestros compañeros.
—Necesito una explicación. ¡Ahora!
Si alguien le decía a Sakura: "por favor no grites, sé discreta o guarda silencio"; ella de inmediato lo toma como: "voy a gritar lo que sea necesario aquí y ahora".
—Te doy todas las explicaciones que quieras pero por favor no llames más la atención, ¿sí?
Sakura tomó asiento sobre la pequeña banca donde antes de contarle, ella estaba sentada. Cabe mencionar que hoy por fin haremos ese dichoso viaje del que nos habló Kurenai, ahora estábamos casi todos a la espera de que llegara el dichoso bus que nos transportará hasta allá.
Miré a ambos lados y sentí como si un mundo de presiones se apoderara de mí, estaba apunto de revelarle a Sakura algo que me atormentaba al callarlo, incluso yo sabía perfectamente bien que ella debió ser de las primeras en enterarse, pero es que sencillamente no podía decírselo, ni siquiera pude aceptarlo yo en un comienzo.
—Bien... ¿cómo quieres que comience? —siempre fui la peor al momento de decir algo que tuviese relación conmigo, como si de alguna manera todo se me olvidara, como si ni siquiera supiera hablar.
—Desde el comienzo, tontita.
Sakura solía llamarme así desde hace años, siempre que algo me avergonzaba o hacía que comenzara a titubear, sabía muy bien que odiaba que me dijera así, eso sólo desencadenaba que yo hablara hasta de mis gustos personales, y eso que soy una persona altamente reservada.
—No sé como empezar sinceramente... —no estaba frente a mi mamá... Dios, mi mamá... Bueno, ella no es tema aquí, a la que tengo que contarle la historia con lujo de detalles en estos momentos es a Sakura. —Todo empezó realmente de una manera confusa...
Partí contándole desde el momento uno, que fue exactamente cuando al genio ese se le ocurrió encerrarnos en el salón de clases. Seguí con los detalles mínimos, las miradas o las indirectas, las cuales obviamente eran mutuas. Continué con las que me avergonzaban, el sexo.
Bueno, no me avergüenza haber tenido sexo con Naruto más de una vez, pero sí contarlo. Soy reservada, no lo olviden.
Como buena mejor amiga que informa, le conté absolutamente todo; incluso, obvio, mis bajas sentimentales, todo el tiempo que la pasé mal sin saber que era lo que ambos queríamos realmente. Mi relato finalizó y Sakura tenía una “o” muy bien formada en su rostro, como si no pudiera creer nada de lo que le acababa de contar, ¿qué será lo que realmente no entiende?
—Siento que me he perdido una vida... ¿Dónde estuve cuando pasó todo esto?
—Pues... —apoyé mi mejilla sobre la palma de mi mano derecha, Sakura estaba atenta a mis movimientos, como si ella dependiera de a donde fuesen mis manos o piernas. —Estuviste ahí conmigo siempre, en todos los momentos... Claro, menos en los más íntimos.
Sakura mordía su pulgar, dejándose ver muy nerviosa, estaba en shock. Bueno, yo también lo estaría sinceramente, aunque por alguna razón su amorío con Sasuke no me sorprendió, soy una médium especializada en ciertos aspectos.
—¿Son novios?
La pregunta me tomó por sorpresa, lo suficiente como para que me ahogara con el jugo que estaba bebiendo, fue una mala idea.
—No —limpié mi boca con el dorso de mi mano, Sakura asintió sin decir palabra, se mantuvo así por un tiempo. Ahora, lo que realmente me preocupaba era si estaba molesta por no habérselo dicho o algo así.—¿Estás molesta? —pregunté con todo el temor del mundo a perder mi vida ahí mismito.
—¿Tengo que estarlo?
—¿No?
—No respondas a mis preguntas con más preguntas. ¿Crees sinceramente que debí de molestarme? —Sakura sonaba tan seria que una parte grande de mí sabía que me estaba poniendo a prueba, a mí y a mi conocimiento sobre ella.
—Sinceramente... —dejé la botella con jugo a un lado y me acomode en el incómodo asiendo, suspire fuertemente buscando una respuesta que no significara mi muerte, o tal vez un suicidio.— Creo que un 50/50.
—¿Por qué? —alargó la “e” y todas mis sospechas fueron confirmadas en ese mismo segundo.
—Porque te oculté algo que tú me hubieses dicho desde el segundo uno, tal como lo hiciste con la cosa esa a la que llamas mi amor.
Sakura arrugó el entrecejo y después de estar en silencio otros segundos más por fin se dignó a quitarme los nervios de encima —murmuré, sintiéndome mal de no habérselo dicho antes.
—Primero que todo; no se trata de si me lo debías decir porque yo lo hubiese hecho, pero pensé que había confianza entre nosotras, ¿no?
—La hay.
—Déjame continuar.
—Está bien —murmuré bajando la cabeza.
—Segundo: el que me lo hayas dicho, era importante porque cargaste con muchas emociones tú sola, momentos que quizás yo te hubiese ayudado a sobrellevar, y si no lo lograba al menos llorábamos juntas, algo por el estilo, ¿comprendes?
Bueno... Creo que si me pusiera en el lugar de cualquier persona que tuviese una amiga a la cual quisiera demasiado, me molestaría el hecho de no poder ayudarla.
—¡Y antes de decir cualquier cosa! —ella levantó su dedo índice y me silenció sin siquiera ponerme una mano encima.— La cosa esa tiene nombre, se llama Sasuke.
Guardé mis ganas de reír al oír como Sakura lo decía y simplemente me centré en la situación que estábamos enfrentando ella y yo.
—Entonces... ¿estamos bien? —pregunté con una pequeña sonrisa.
Por favor di que sí.
—Estamos bien, pero con una condición. —yo asentí sonriente.— Nunca más me vuelvas a ocultar absolutamente nada, ni por pequeño que sea, ¿entendido, Hinata?
—¡Entendido!
Después de todo, hubiese sido mucho más liberador haberle contado toda la situación a Sakura desde el primero momento, hasta me hubiese ayudado a sobrellevarlo.
En resumidas cuentas, temí por nada.
Ella siempre sabría entenderme, no por nada era mi mejor amiga.
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Odio y Lujuria [NaruHina]
FanfictionNo era necesario preguntarlo, pues a simple vista se podía apreciar lo distintos que eran Naruto y Hinata, preferían distintas cosas en todos los ámbitos, sin embargo en una sola cosa coincidían... En el supuesto odio que ambos se tenían. Y... aunqu...