CREMA

Capítulo 9

Alfred se quedó de pie frente al mar intentando respirar, no podía, se le estaba haciendo demasiado cuesta arriba y no sabía cómo evitarlo.

Bella, por su parte, salió por el ventanal de su apartahotel dirección al chico pero le dejó espacio, ella sabía por lo que estaba pasando y no quería agobiarle.

En pleno ataque de ansiedad, giró la cabeza y allí la vio, preocupada, atenta y cercana a la vez que distante. Pero esos metros que los separaban los rompió rápidamente cuando, al cruzar miradas ella conectó con unos ojos realmente desesperados.

Nunca había visto a Alfred tan roto. Pasó de desprender luz y brillo en sus ojos por lágrimas y dolor. Ella, que se había situado enfrente de él, pasó la mano por su nuca y se la acarició. Quería que él supiese que ella estaba ahí y que todo iba a ir bien.

Alfred se tranquilizó, su presencia y su tacto formaban una gran paz interior en él que hacía que todos los problemas disminuyesen. La abrazó, quería sentir que todo estaba bien, intentar recomponerse como pudiera de esa manera y Bella lo apretó contra ella, como si eso fuese a unir cada pieza de lo que se había roto en su interior. Ella, exactamente, no sabía qué pasaba, pero estaba segurísima que algo no iba bien.

Pasados unos minutos, se sentaron en la arena y quedaron en silencio mirando al mar. Bella reflexionó, no sabía exactamente cuántas veces se había quedado en silencio junto a Alfred durante estos días, pero sí que sabía que cada vez eran menos incómodos y había más conexión en ellos.

- No has leído Twitter, ¿verdad? - comenzó el chico girando la cara para mirar a Bella.

Esta negó con la cabeza, no sabía adónde quería llegar.

- Mejor no entres - suspiró acariciando la arena - ¿sabes? A veces, me encantaría no tener que preocuparme por cosas tontas, poder hacer lo que quisiera sin pensar en la repercusión tan grande que tendría, pero eso ya no cabe en mi cabeza - cogió aire - estoy harto de no poder enamorarme sin joderle la vida a esa persona.

Esa frase dejó a Bella completamente helada, ¿a quién le estaba jodiendo la vida?

- ¿Qué ha pasado, Alfred? - preguntó pausadamente.

- En Twitter, ¿te acuerdas de la chiquilla que nos pidió la foto? - ella asintió la cabeza esperando entender por dónde quería ir - pues le ha contado a su hermana mayor que yo estaba con una chica - la señaló - y bueno, se ve que esta es muy tuitera y que, - volvió a coger aire - y que es muy radical.

Bella intentaba sin entender absolutamente nada y cada vez sentía que le costaba más llegar a los pensamientos del chico.

- La hermana ha colgado que, bueno, estoy saliendo con otra chica, que he olvidado a Amaia, que la he sustituido y, lo que es peor, que te estoy utilizando para olvidarla - le cogió las manos a Bella - mira, yo lo último que quiero es que te metan a ti, ya están sacando tu información a la luz - esta se asustó - y te están insultando o defendiendo, algunas otras.

La chica alucinaba, pero Alfred continuaba explicándole la situación ya que, esta solo reaccionaba con gestos.

- Mira, yo he elegido esta vida y, aunque, no me gusten ciertas cosas, es mi voluntad - dijo firme - no quiero que te salpique nada, que no puedas vivir en la tranquilidad que quieres ni 3 días y, tampoco quiero no poder  hablar con nadie más que no sea mi ex, joder, yo

- Alfred - le interrumpió - tranquilo, todo se está magnificando. La gente está hablando sin saber, ¿sacan mi información? No pasa absolutamente nada, también soy un personaje público del mundo de la comunicación -continuó- que mi información pase de internet a una red social, me la pica - resumió - pero, no quiero que nada de esto te afecte, ni que te escondas, ni que te agobies y, sobre todo, que no te dé ansiedad pensar en mi situación - le sonrió - yo sé lo que hago y sé a lo que me enfrento cuando voy con alguien famoso a comer o, cuando estoy con ese mismo famoso sentados en la arena, con las manos cogidas y, tan cerca, que alguien podría sacar fotos y decir que nos hemos besado, otra vez - ambos sonrieron - solo, disfruta, por favor, olvídate de lo demás y disfruta, pocas veces vas a tener la tranquilidad tan al alcance de tu mano - le acarició la cara.