Después de poco tiempo, Frehya llegó de la misma manera en la que se había ido, entró muy sigilosamente para no hacer mucho ruido y claro para que nadie se diera cuenta, de que había salido sin alguna autorización.
Entró por la parte trasera de su carpa, se quitó su morral para acomodarlo y se cambió de ropa, por una más decente para salir un poco a pasear, por lo menos a la plazoleta. Antes de salir alisó su cabello, finalizando sobre su cabeza puso su corona esa, que tanto detestaba, pero no tenía más remedio que ponérsela.
Ya estando lista, salió de su carpa, al salir de su guarida, el guardia muy sorprendido le miró un tanto confundido. Frehya lo había notado, así que lo menos que pudo hacer, fue agradecerle por hacerle ese gran favor y vaya favor, disfrazado que le había hecho.
Comenzó a caminar cerca de todas las carpas, donde las familias estaban en su hora de convivencia, mientras ella veía a cada una de esas familias, pasó por su mente de que fueron muy pocas las veces que su familia y ella convivían así, pues debido a sus ocupaciones y grandes responsabilidades era muy difícil, tomarse un descanso. Frehya siguió caminando, cuando de repente una capa conocida apareció frente a sus ojos.
Era el joven que había estado en el bosque, solo que está vez, no tenía la cabeza cubierta, el joven no parecía huir, ni esconderse de nadie, iba caminando muy pacíficamente, pero entonces ¿por qué traía una capa? era algo que Frehya no lograba entender.Sin pensar, Frehya lo siguió, le daba un poco de curiosidad, además no se había detenido en alguna carpa y ya había pasado la zona habitacional del campamento, solo quedaban dos lugares pero, él no podía vivir allí, o tal vez sí.
Hasta qué, por fin se detuvo de caminar, pero que gran sorpresa le llevó a Frehya, al ver que habían llegado al área de entrenamiento. Entonces Frehya buscó rápidamente un lugar en donde esconderse, no quería que la fuesen a descubrir. Fue a esconderse entre unas largas hierbas rodeadas de rocas, allí era muy complicado que la fuesen a ver.
El joven se quitó la capa y la dejó colgada sobre una cerca de madera, que estaba cerca de donde él estaba, el joven traía un cinturón extraño, era parecido al cinturón que Frehya ya había visto antes, pero no recordaba muy bien. Ese rostro le parecía algo familiar, pero ella no estaba muy segura.
Aquel joven cargaba una espada en ese extraño cinturón, la tomó y comenzó a hacer varios movimientos. Frehya observó detalladamente cada movimiento, para poder imitarlo después, estaba muy concentrada hasta qué.
Una voz se escuchó, era Kohum, el consejero de su padre, al verlo ahí Frehya se sorprendió un poco, pero luego recordó de que él era el entrenador de los novatos. Pero la conexión entre ambos caballeros, era muy cercana, situación que Frehya no comprendía ¿De cuándo acá los entrenadores eran tan amables con los novatos? Ella recordaba que el tono de la voz de un entrenador debía de escucharse un poco irritante. Pero esta vez, no se escuchaba de esa manera, quizás Kohum le tenía apreció o respeto a ese novato.
Después de un largo rato, Frehya se aburrió de ver tanta acción, por lo que decidió alejarse del campo de entrenamiento. Se retiró muy sigilosamente, para no llamar la atención de los dos caballeros, que estaban muy concentrados en lo que fuese que estaban haciendo.
Ya era la hora de la comida, Frehya debía apurarse, de seguro sus padres ya la estaban esperando en el comedor. Aceleró el paso un poco y para su mala suerte una mujer le llama.
—¡Princesa!
—Frehya se detiene volteando a ver aquella mujer—.
—¿Es usted la princesa Frehya?
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Corazón Aventurero
FantasyLa hija del líder de un pueblo está inconforme con las tradiciones y costumbres de su cultura. Ella quiere diferenciarse, al igual que mostrar su verdadero ser y no a tráves de tradiciones o reglas que le impidan ser ella misma. Pero algo se inte...