Capítulo 18 (Final)

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Finalmente puedo poner lo siguiente: ADVERTENCIA LEMON (=^W^=) Después de siglo y media, así está la escena por la que el fic tiene la etiqueta de *contenido adulto XD Por cierto no me considero la mejor escribiendo este tipo de escenas, así que espero que no os siente mal si no resulta cómo imaginasteis u.u"

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Se encontraban sobre la mullida cama, besándose con todo el amor y cariño que podían transmitir en aquel acto. Eran encuentros dulces y castos entre ambos labios sin intensificar nada de momento. El rubio pasó sus brazos por el cuello ajeno acariciando levemente la nuca y cabellos del contrario mientras que el mencionado se acomodaba mejor sobre el cuerpo del más pequeño dejando caer levemente su cuerpo sobre el contrario, sin llegar a aplastarle pero si compartiendo calor corporal. Un escalofrío recorrió todo el cuerpo del mayor ante las acciones del menor e inevitablemente rozó sus partes más íntimas con las del contrario el cual gimió entre las bocas de ambos.

En algún momento la intensidad de aquel pequeño y dulce contacto había sido intensificado pues ambas lenguas exploraban la cavidad contraria de forma desesperada, ambos buscando ganar aquella batalla, de la cual salió victorioso el azabache pues logró la sumisión total de la contraparte, dejándole hacer lo que quisiera en su boca.

Se separaron por la falta de aire y se miraron a los ojos fijamente. Azul contra negro. Cielo y oscuridad se encontraron. Podían observar la pasión y lujuria en los orbes contrarios y, sin poder ni querer evitarlo, el moreno se relamió los labios hambriento de seguir probando al rubio de forma tan íntima como aquella. El de cabellos dorados gimió al sentir su boca volver a ser atacada de forma tan salvaje y desbordante de pensamientos e intenciones pecaminosas. No quería admitirlo, pero le encantaba provocar todas esas sensaciones en el mayor.

Él no tenía ningún tipo de experiencia en el ámbito amatorio, por ello le hacía muy feliz ser capaz de provocar en el mayor aquella lujuria desmedida. Significaba que estaba haciendo las cosas bien y no había otra cosa que le pudiera hacer más feliz en ese preciso momento.

Siguieron besándose hasta perder la noción del tiempo. Ambos sentían lo excitado que se encontraba el otro pues sus pelvis seguían juntas, rozándose entre ellas, aumentando tanto la excitación como el calor que les embargaba en ese momento. Los gemidos ahogados entre las bocas por parte del rubio, agudos y necesitados, hacían contraste con los roncos y guturales del mayor. Era un contraste obvio, pero se complementaban a la perfección.

-Sa-sasuke... deb-deberíamos... parar.-comentó entre besos en forma de susurro el ojiazul.

-Mmm... ¿realmente... quieres que... paremos Naru?-preguntó con su voz ronca que logró que una descarga eléctrica recorriera toda la espina dorsal del menor.

-Mhng...yo...no...se...-murmuró contra los labios ajenos. El contrario entendió lo que este quería decir. No estaba seguro de continuar a causa de su falta de experiencia en ese ámbito, pero tampoco quería detenerse por que aquello se sentía demasiado bien como para pararlo ahora. Fue entonces que decidió separarse de los adictivos labios contrarios pues de seguir así se pasaría toda la noche devorándolos hasta dejarlos completamente hinchados y rojos.

-¿Sabes...? No hace falta hacerlo hasta el final.-comentó con voz dulce mientras acariciaba tiernamente la mejilla del rubio. Este cerró los ojos y suspiró contento cual gato consentido. Volvió a abrir los orbes zafiro que poseía y miró a los pozos negros del mayor fijamente.

-¿Eso está bien para ti?-preguntó un poco nervioso y preocupado.

-Solo quiero que te sientas cómodo estando junto a mi. No hace falta que hagamos cosas tan íntimas si no te sientes a gusto con ello.-respondió sinceramente el de cabellos negros.

Respuesta a una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora