Capítulo 16

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Sin más caminó hacia la salida, observando como Sasuke tenía rodeada la cintura de su rubio novio mientras hablaban y caminaban hacia la salida, seguidos de un celoso y protector Deidara que era parado por su novio de no matar a su hermano pequeño; Lee se encontraba siendo llevado a caballito por su novio Neji, pues el primero parecía estar dormido; y Kiba y Shino iban caminando tomados de la mano hablando probablemente de animales, pues el castaño llevaba una revista de esa índole, que mostraba a su novio con una sonrisa.

Era sábado por la mañana, a penas daban las 9, y un lindo rubio despertaba a causa de los incesantes rayos del sol sobre su cara. Abrió sus lindos zafiros y los frotó para despertarse. Viró su atención al despertador y suspiró al ver lo temprano que era. Pensó en cerrar las cortinas y volver a dormir, pero el timbre de la casa sonó. Oyó a su hermano caminar por el pasillo para ir a abrir y sonrió divertido. Al rubio mayor no le gustaba nada madrugar, pero como sus padres fueron a una cena de negocios la noche anterior y llegaron entrada la madrugada, decidió que estos durmiesen tranquilos hasta la hora de comer, que él se haría cargo de todo.

Se estiró como gatito y se levantó de su cómoda y atrayente cama. Salió de su cuarto y caminó hasta el salón donde miró sorprendido a los visitantes.

-¿Qué hacéis aquí chicos?-preguntó sorprendido y sonriendo a sus amigos.

-Con lo que ha pasado esta semana nos hemos dado cuenta que hay muchas cosas que no nos hemos contado así que vinimos a hablar de ello.-explicó el castaño.

-Mmm... cierto.-dijo después de rememorar lo sucedido con la hermana del pelirrojo.

Hablaron de varias cosas en lo que el rubio mayor hacía el desayuno y una vez acabaron todos la comida volvieron al salón a sentarse y hablar del tema principal.

-Bueno... ¿y qué hicisteis después de iros de la discoteca?-preguntó el de ojos aguamarina mirando a sus amigos rubio y castaño.

Estos se miraron entre sí algo nerviosos y asintieron, todo bajo la mirada atenta de los demás y la del rubio mayor que fruncía el ceño molesto de solo recordar su pequeño despiste.

-Mmm... pues yo salí a hablar con la ex de Shino y estaba tan confundido después que caminé hasta llegar a un parque. Me senté a pensar un rato y cuando me iba a casa apareció Shino. Para no hacerlo largo... me dio esto y nos hicimos novios después.-explicó resumidamente. Entregó el sobre a sus amigos, pero solo con la foto pues la carta era algo que quería guardar para si mismo. Estos la vieron e intuyeron que había algo más, pero no preguntaron pues se merecía guardar algunas cosas para él.

-¿Y después?-cuestionó el mayor de ellos.

-¿Después?-dijo sin entender.

-Por lo que sé te quedaste en su casa... ¿no pasó nada?-comentó mirándole maliciosamente. El castaño se sonrojó y negó con la cabeza.

-¿En serio que no pasó nada? Estás muy sonrojado.-dijo en voz burlona el pelirrojo.

-No pasó nada. Solo nos besamos y dormimos en su cama.-murmuró avergonzado.

El castaño recordó que estaba tan nervioso que realmente no hicieron nada más que eso. Durante el camino intentó tranquilizarse, pero al estar frente a la casa del mayor todos sus nervios salieron a flote. Fue incapaz de andar sin que las piernas le temblasen cual gelatina, estuvo por tropezarse y chocar con los muebles en más de una ocasión y cuando llegó al cuarto del mayor casi se desmaya. Mientras se besaban en la cama de este su corazón latía tan fuerte que temió que el contrario lo oyera y era incapaz de mantener los ojos abiertos.

Shino solo le sonrió con dulzura y le acarició tiernamente la mejilla para hacer que le viese. Cuando Kiba abrió los ojos le dio un casto beso en la frente, labios, mejillas y nariz y después se levantó de encima del menor, caminó hasta el armario y luego le entregó un pijama para que durmiese más cómodo. El castaño estaba avergonzado y se disculpó, pero el mayor solo sonrió y le dijo que era normal estar nervioso. Después de cambiarse solo le abrazó por la cintura, atrayéndolo hacia su cuerpo, y durmieron abrazados.

Respuesta a una confesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora