Capítulo 14: Final

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Locura era todo lo que había en ella, ya no quedaba espacio de cordura, era un hurón rabioso.

Tanto fue que en un ataque provocado por Sirius se desmayó de la histeria, su pulso era tan bajo que la consideraron muerta. Ese fue el click que hizo a Sirius comenzar a ser un loco, los dementores lo afectaban, si, pero tenía muchos recuerdos felices y melancólicos que no lo hacían volverse loco. Los cuatro años que Luna pasó a su lado lo ayudaron, le gustaba molestarla, le gustaba no tener a Snape o Remus para distraerla y tenerla para él, tantas chicas con las que salió, se acostó y besó solo para dejar de pensar en la chica prohibida, pero ahora en Azkaban podían ser unos locos inculpados, pero juntos.

Cuando Lu despertó enrollada en una manta bajo tierra se desespero, estaba atada, estaba momificada, estaba aterrada, pero cuando el aire parecía terminar reaccióno y se transformo en su forma animaga y como un hurón pudo huir de su tumba, de su muerte y desde una pequeña ventana en la celda de Sirius este la vio, si estaba loco esta era su mejor ilusión, las pocas veces que la vio transformada, las veces en que llegaban de sexto año de las lunas llenas y veía un pequeño hurón en la cama de Remus esperando por él, de lejos podía identificar ese animal.


Luna escapó, se escondió por un año entero, consiguió mejor ropa, robada pero mejor, una varita, igual robada pero una varita que le respondía, y ya más cuerda formo su larga travesía hasta la casa de su hermana Maya, que paso a ser de Pandora, que actualmente era la casa Lovegood y vió a su ya no tan pequeña sobrina, con nueve años la admiró y esta la vió, su sobrina que llevaba su mismo nombre era el exacto reflejo de su madre con la mirada soñadora de Max y la locura de su padre. Luna quiso quedarse con ese sucio y apestoso hurón. 

Tenía comida, baño y cama, como hurón se sentía mejor que como humana y prefirió quedarse así, su querida sobrina la había nombrado Pam, no le molestó, le contaba de todo, sus sueños sus aventuras inventadas, sus penas, todo y aunque no estaba permitido Luna la llevó con ella a Hogwarts donde conoció al pequeño Harry, el reflejo perfecto de James a los doce, pudo ver a Severus y cuando escapaba de su sobrin iba y lo molestaba, también lo hacía con su ahijado Fred, se sentía tan normal, tan querida, como si la muerte no la persiguiera constantemente.

Todo era tan perfecto, aunque algo amenazaba al castillo ella se sentía que todo era perfecto, hasta que se lo topo, conocía esa rata, una rata que debía estar muerta y lo comprobó, esa rata era Peter.

En las vacaciones de Verano en un pequeño viaje que hizo Luna con su padre, donde este no le permitió llevar al hurón emprendió su viaje hasta Azkaban, la torre más alta y con un escuálido Sirius.

-Esta vivo, te lo digo, lo vi con mis propios ojos, he vivido como hurón es más facíl.

- Viene alguien, rápido transfórmate y escóndete.

Luna no pudo ver bien al visitante, pero si escucho claramente la conversación de Sirius con él y como este le entregaba el periódico, ahí Sirius comprobó que decía la verdad.

Escaparon juntos, y como los Lovegood seguían de viaje ocuparon su casa de escondite, y cuando llegaron había un gran perro negro paseando por esas colinas. Entonces volver a Hogwarts se acercaba y el gran perro emprendió ese viaje que le llevaría mucho tiempo, pues no se podía ir como la mascota de Luna que ya llevaba a un hurón que no estaba permitido en la lista.

Ese año mientras Sirius se encargaba de Harry y Peter ella trataba de que Remus y Severus no se matarán, pero mientras Dumbledore pensaba que su riña era por cosas de niños ella sabía que eso iba por solo un lado, por el lado de Remus la riña era porque ese profesor que era su colega había sido el amante de su Luna cuando ella era maestra en el miso puesto que ahora el impartía. 



La muerte ya no la seguía a ella o eso pensaba, en el tercer año de Luna se celebro la copa de los tres magos y un amigo de Harry había muerto, cuando el año pasado había parecido mejor que el anterior venía otro a dar todo por desgracia, pero nada fue peor al que sigo, en el cuarto año de Luna se sometieron miles de cosas, castigos crueles y mal uso de poder, pero Luna había conseguido excelentes amigos ese año, amigos que la llevaron a una batalla. ¿Si ella peleo? por supuesto que Si, su sobrina no tendría el mismo destino que toda la familia de su madre, pero aunque estuvo peleando desda las sombra no pudo evitarlo Sirius Black, quien se había convertido en su mejor amigo había muerto. La muerte volvía a acecharla o era por Harry la culpa de esa muerte, de la forma que fuera ya no tenía a su fiel can para jugar y charlar, Sirius no estaba.

Llegó otro año en Hogwarts y por Sirius ahora también vigilaba a Harry, si que era un niño problema, de Lily solo había sacado los ojos y el temperamento chispita, pero entonces murió su gran mentor, y Luna sufrió también con ello. Dumbledore había muerto y su Severus era el causante.

Se celebró una boda, Luna claramente no había llevado a su hurón mascota, pero ella no se la quería perder, entonces vió a su Remus tan feliz con una chica tan joven y risueña con un pelo rosa chillón hermoso y pudo admirar un diminuto vientre abultado. ¡Serían padre! tendría otro niño que ver y que la llevará a Hogwarts después, pero eso nunca sucedió.

 Luna, por Merlín y por Helga, como dejó que pasará su Luna secuestra y ella allí durmiendo en su bolso en el tren, pero entonces fue el joven Neville quien se quedo cuidando de ella, quien le hablaba todo el día y le aseguraba que Luna regresaría a salvo. Si algo le pasaba a su sobrina moriría con ella.

Hermanas LeBlanc  [Primera Generación] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora