Hermanas LeBlanc [Primera Generación] (Terminada)

Capítulo uno: Día de cartas

Hay algunos orfanatos que son muy lindos por fuera y por dentro, donde la gente que los cuida se preocupan por los chicos y su bien estar , hay otros que no son muy lindos por fuera ni por dentro, pero la gente es buena de todas formas, hay otros que por fuera no son lindos y dentro si o a la inversa, pero el orfanato "Migra Los" era de esos que eran encantadores por dentro y fuera que las cuidadoras eran un amor al momento de presentar, los niños bien vestidos, juguetes lindos. Pero eso solo era la imagen que se daba cuando iba alguien que quería adoptar, por que algunos niños fingían solo para salir luego de ahí. Pero este orfanato al momento de cerrar las puertas a los padres, maltrataban a los niños. Cuando Maya llego ahí con sus hermanas y su hermanito de cuatro años les encanto el lugar, pero al momento de estar solas con las cuidadoras, el lugar era un infierno, si hacían algo mal les daban con una regla de madera o el cinturón, en ese entonces ella tenía quince años, era menor de edad tanto en el mundo mágico como en el muggle, podía escapar he ir donde Molly, o escapar a la casa de Arthur, pero no era capaz de dejar a sus hermanas y hermanito en un lugar así, no podía abandonarlos, Maya no iría a Hogwarts ese año, pero no dejaría que Maggie se quedará tenía sus cosas del año pasado aún, su carta con la de ella habían llegado hace unos días atrás, pero las señoras del orfanato ni siquiera nos dejaban salir para ir a comprar o jugar, le dijo a Mag que al llegar le pidiera a Molly que si podía arreglar su ropa, Molly era grandiosa en custriría y ella le enseño como agrandar la ropa y modificarla con simples hechizos, los libros podía conseguirlos en la biblioteca y los implementos para pociones y las otras materias podía comprarlas en Hogsmeade . Por suerte ella había sacado mucho dinero de la caja de Gringotts, por lo que podría comprar todas las cosas allá. Eran las únicas que iban a Hogwarts, en ese momento como deseaba que a Maka no le faltara un año más para ingresar, o cinco años más a las gemelas y seis a Max, por lo menos Mak ya el próximo año estaría mejor, y mientras ella estuviera ahí y se echará la culpa de las cosas que hacían sus tres pequeños hermanos que les costaba hacer, ella recibiría esos dolorosos castigos que les ocultaba. Tuvo que devolver la insignia de Prefecta, en su carta.

Estimada profesora:

Muchas gracias por otorgarme el puesto de Prefecta, pero temo que este año no podré cumplir con un roll así, un puesto como este se lo merecerse alguien que pueda con el y lo haga funcionar. Me temo que yo no soy esa persona, por favor no insista en tenerla.

Se despide Maya Catlina LeBlanc

El día uno de Septiembre Maya tubo que hacerle prometer que no diría nada de que no fue, si llegaban a preguntarle por ella, no la había visto desde que subió al tren, o desde la selección o el desayuno, pero que siempre en un momento la vio. Se escaparon por eso de las cinco de la madrugada, las señoras del orfanato no se despertaban hasta eso de las siete, hora justo que llego Maya, aunque no se salvo del castigo por dejar que su hermana se fuera al colegio privado ese en que iban, la dejaron como una semana sin comer nada, con suerte le daban agua, pero lo que no faltaba eran los castigos con golpes. Entre esos días no pudo evitar que castigaran a Max o a Luna. Al terminar esa semana de tortura llego una carta, una tras otra, las primeras eran de Maggie, pero luego eran cartas de la jefa de su casa, del director, de su padrino y madrina. Esa sería una grandiosa idea, irse a vivir con sus Padrinos, pero todos terminarían viviendo separados.

{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}{}

Al final en el Orfanato solo quedaron Pandora, Luna y Maximus .

Al cumplir los 18 años ya eras mayor de edad, lo que para las señoras del orfanato significaba que te ibas dejándote a tu suerte, dejando a los chicos solos en el Orfanato, pero no era tan grave, ya sabían que hacer y no hacer para no ser castigados y ahora eran ellos los que trataban de que a los más pequeños no le hicieran nada, en especial Maximus con los que mostraban inicios de magia.