VI

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Era una imagen borrosa. El camino a través del bosque se transformó en un sendero fangoso que a su vez, se tornó un camino estrecho y sucio y luego en uno más ancho. Donde había sólo árboles y la luz de la luna, ahora había otras personas, viajeros esparcidos forzados en la noche por la necesidad. La mente de Jimin corría, y cada vez que sentía que tenía un segundo de claridad, un punto de apoyo en la realidad, se veía instantáneamente alejado por el hombre a su lado.

Montando un caballo, nada menos, Jimin nunca había estado en una silla de montar en toda su vida y ahora tenía que soportarlo ya que su culo había recibido sus propios golpes. Estaba incómodo y adolorido, y quería respuestas.

Taehyung no le hablaba; estaba más preocupado con la entrada que harían juntos. Aparentemente, Jimin vestido como estaba, montando su propio caballo, era de suma importancia.

Cuando Jimin fue revivido de su sorpresa, tuvo un segundo para orientarse antes de que Taehyung lo aventara dentro de un riachuelo helado para limpiar el sudor, semen y aceite de su cuerpo. El jabón era algo con lo que Jimin nunca antes se había encontrado, grueso, más un pastel de semillas que cualquier otra cosa. Olía a pino, pero era abrasivo contra su piel. Así que entre la gélida agua, el que su piel fuera fregada, y el estar generalmente exhausto, su humor había pasado de una euforia post-coital a estar irritable y espinoso.

Las ropas de Jimin no eran adecuadas tampoco. Luego del ahogamiento... o baño como Taehyung lo llamaba... Jimin fue vestido con calzoncillos largos que se ataban en su entrepierna, suaves pantalones de piel, una camisa de lino blanco de manga larga, y botas que llegaban a sus rodillas. Era una cruza entre un indio nativo americano y un pirata. La única concesión que tenía es que Taehyung había permitido su camiseta. Se la tuvo que volver a poner porque la camisa era demasiado áspera para usar. Sintiéndose anegado y helado hasta los huesos, Jimin quería su abrigo, pero fue cubierto en su lugar por una pesada chaqueta acolchada y luego por otra pieza sin mangas que tenía un collar alto en la parte posterior de su cuello. La ropa le quedaba, pero no del todo bien; obviamente había pertenecido a alguien más. Pero cuando Jimin le preguntó a Taehyung a quien pertenecía, no respondió o no quiso responder.

― ¿Acaso pertenecían a tu amante?― Jimin preguntó suavemente cuando Taehyung se volvió para alejarse de él.

Taehyung se volvió rápidamente y tomó con su puño el cabello de Jimin mientras tiraba su cabeza hacia atrás, sus labios cernidos sobre los de su amante.

―He tomado mujeres en mi cama, pero nunca había tenido alguien que me quisiera como yo lo quería y que se entregara a mí libremente... hasta ahora que te encontré a ti.―

Jimin asintió, Taehyung se inclinó y lo besó profunda y lentamente, saboreando su gusto y la forma desinhibida en que Jimin le devolvía el beso, sus lenguas enredándose. Cuando Jimin levantó sus brazos, los envolvió alrededor de su cuello, y casi se subió al cuerpo de Taehyung para mantener sus labios sellados juntos, Taehyung se rió entre dientes. Su corazón se henchía con solo saber que Jimin le quería, y cuando levantó al pequeño hombre en sus brazos, acariciando su pequeño culo apretado, y sintió las musculosas y largas piernas de Jimin que se envolvían alrededor de su cintura, una ola de alegría se apoderó de él.

El cuerpo de Jimin embonaba en el de Taehyung como un guante; su apetito carnal igualaba el suyo; el destello de celos que había escuchado en la voz de Jimin cuando había pensado que había habido otro hombre en su cama, le hizo saber que Jimin ya se sentía posesivo con él. Jimin quería pertenecerle, y eso llenaba a Taehyung con una calma que no había sentido antes. Incluso con el obscuro estado de ánimo de Jimin, el sentimiento de éxtasis de Taehyung no disminuyó. Le agradaba escuchar las quejas del hombre por su trasero, porque sabía que él era responsable de su dolor y su molestia.

PERRO GUARDIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora