Parte 2

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Lleva muchos días caminando y sus pies se revelan a seguir dando un paso más, se apoya en el tronco de un gran árbol y se desliza poco a poco hasta quedar sentado sobre la gran raíz que sobresale, está más que sudado y huele mal... bebe agua de la bota de carnero que lleva colgando del hombro, la briza suave del lugar lo refresca.

Con el puño de su camisa se limpia el sudor de su frente, eleva los ojos al cielo y estos reciben de lleno los rayos del sol, los cierra por un momento, solo quiere descansar. No entiende la razón pero siente que su corazón se agita desde que entró a ese tramo del bosque, en su mente se imagina a una dama que corre entre los árboles y un caballero le sigue, sus risas se graban en las hojas de las plantas, y el amor que se prodigan colorea las flores silvestres del sendero.

La piel se le eriza cuando ve cómo el hombre rodea con sus brazos a la ninfa del bosque y le roba un beso. La figura de esa joven le parece familiar... en su sopor no se da cuenta que unos hombres salen de su escondite, se hacen gestos que solo ellos entienden y un brillo perverso refulge en su mirada.



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Los esposos White están felices de encontrarse en su nueva morada, han decidido mudarse a Chicago, tampoco es que sea un cambio tan radical, pero la verdad es que la ciudad es muy grande y casi no conocen a nadie.

Mientras se terminan de descargar las cajas del camión de traslado su hija Candy recorre cada habitación de la casa, en total cuatro y dos baños en la planta superior. Amplio salón, una cocina equipada completamente.

Emilio José White trabaja en el Museo Field de Historia Natural encargado de la exhibición de egipcia, le encanta su trabajo. Mónica McAllen es neurocirujano en Hospital Memorial de Northwestern. A primera vista parecen sus carreras los podrían distanciar, pero se las ingenian para sacar adelante su matrimonio y a su hija, de siete años.

Candice White McAllen es una niña muy enérgica y curiosa, le encantan los animales. Es su primer día de clases a mitad de curso, no conoce a nadie, pero a esa edad poco importa, le gusta jugar y correr en el patio. Su maestra Priscilla intenta ayudarle a que se adapte y alcance el ritmo.

Con el pasar de los años Candy deja de ser como un muchachito, que le gusta subirse a los árboles, correr, saltar, rodar por el suelo, andar siempre con pantalones y rodeada de chicos para ser un poco más femenina, tiene quince años y sus amigas Patricia O'Brien y Fabiola Downey le hablaban acerca de lo que han aprendían en las revistas juveniles.

En esos días al barrio se mudan unos nuevo vecinos, los Bower junto a su hijo Anthony, tiene 17 años y es un poco antisocial, lleva el rostro medio cubierto por su flequillo dorado y siempre viste de negro; las chicas estaban en la habitación de Candy cuando los vieron llegar, Patty y Faby se pusieron eufóricas de la alegría, para ellas el chico es súper guapo y mueren de ganas por tratarlo, para la rubia eso la tiene sin cuidado...

-Candy por favor, ¿No me digas que no te gusta?

Me pregunta Patricia a la vez que se acomoda sus anteojos

-No

-¡Ahhh! ¡No me lo puedo creer! ¡Es súper mono! Candy si tú no lo quieres me lo pido prime

-Hahaha ¡Eso sólo si no me elije antes a mí, Patty!

-Venga chicas, tampoco es para tanto

Intento mediar entre ambas, desde que las hormonas se han hecho presente, estas estan revolucionadas con cada chico que ven

El Alma al Aire (AA) TerryficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora