DUEÑO DE TU ALMA

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Parte Uno

La carroza se desvía del camino principal, en su interior una rubia estruja y hace girar, girar y girar el ramo debido al nerviosismo; cuando finalmente el vehículo se detiene con una mano levanta la falda de sus ropas  para poder descender fácilmente.

Siente que su corazón late intensamente, los rayos del sol le dan un toque cálido al ambiente... todo brilla con un brío singular como si fuese cobrando vida al ver a la novia llegar. Acomoda el vuelo de su vestido estilo imperio, de georgette con encajes y piedras bordadas a mano, el escote en su espalda llega hasta donde inicia su cola. De su recogido se escapa un que otro rizo dándole ese aire fresco y elegante con su tocado  vintage de plumas y flores.

Su padre se acerca y le extiende la mano -se sobresalta un poco pero luego le da la suya- como cuando pequeña, le sonríe con dulzura, hasta entonces Emilio José había sido el único hombre importante en su vida; pero hoy era el inicio de una vida junto a quien su corazón había reconocido como su alma gemela y sin pensarlo tanto se había decidido a emprender  y disfrutar de una vida en compañía de Terreuce Grandchester, quien se había vuelto "el adueño de su alma".

-Es la hora princesa

-Sí...

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Mientras el ascensor desciende, Candy se hace un nudo en los cordones de sus zapatillas, luego observa su reflejo en el espejo, se ajusta la coleta y tararea la canción Staying Alive de Bee Gees; siempre ha considerado que la música de los 70's y 80's es mucho mejor que la de hoy en día. Cuando pasa por la entrada saluda al portero y empieza su nueva rutina de ejercicio; después de haber pasado una semana descansando decidió que ya no podía seguir así y busco entre sus cosas la ropa deportiva. Cerca de su nueva residencia hay un parque, también tiene juegos para niños.  Corre tranquilamente pues sabe que en algún rincón está agazapado su guardaespaldas, Terry se había impuesto con respecto a no retirarlo, no quiere que nadie le haga daño alguno.

Paso a paso siente como su corazón se acelera, como su cuerpo se enciende, y su respiración se agita. Está viva, y desde que conoce a Terreuce Grandchester, su vida ha estado en un sube y baja más vertiginoso que cualquier montaña rusa. Un fuego se encendió en su centro desde que este la tomase de la muñeca y la contraminara a la pared tras bastidores; sus noches y sueños se volvieron turbios y perturbadores, no siempre lograba recordarlos, pero solía quedarse inquieta...  y no estaba segura si era una premonición o recuerdos de una vida pasada lo que revivía su subconsciente, casi podría e incluso consideró que Terry era tóxico para su vida; pero todo eso se había terminado desde que sus signos vitales habían cesado por varios minutos en el Hospital Presbyterian.

Los médicos habían considerado que posiblemente estaba teniendo un aborto, no lograban detener la hemorragia, y sin poder evitarlo el corazón de Candy se detuvo, estuvieron varios minutos en reanimación y cuando por fin la  recuperaron, había dejado de sangrar. Y aunque estuvo en observación la joven no presentó nada extraño, salvo su debilidad, que era comprensible tras la gran pérdida de sangre.

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Erin y Eunice se presentan cada tarde en el apartamento para ayudarme a organizar la boda, quizás tenían grandes expectativas con respecto al evento y conocer mis ideas las dejó patidifusas... fuera de onda, incluso me quisieron hacer cambiar de opinión; pero mi guapo, sexy e intenso prometido les hizo ver que si yo quería la boda de esa manera, así sería, tanto como si se  me antojaba que fuera en el polo norte  y tendría que mandar a hacer un gran iglú para que todos los invitados entren. Por lo que al final han terminado cayendo bajo el encanto de mi propuesta. 

El Alma al Aire (AA) TerryficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora