Emma
Cerré la puerta detrás de mí, rompí a llorar recargada contra la pared, me dejé caer en el suelo con la cabeza sobre mis rodillas, trataba de no hacer mis sollozos muy fuertes para que no me escucharan. Por un momento pensé que mi padre iba a salir a buscarme, pero al pasar el tiempo, eso no sucedió.
Me levanté furiosa, me limpié las lágrimas y tomé mis maletas, baje por el elevador del edificio, dirigiéndome a la planta baja.
Al llegar a la acera me di cuenta de que, no tenía a donde ir. Su casa había sido contaminada con ese estúpido tipo de relación que tienen esos dos.
Decido tomar mi teléfono, pero no se a quién llamar, no conozco a nadie más en la ciudad.
—¿Estás bien? — Un hombre alto llama mi atención a mi lado, vestía casual, jean y una playera sencilla, cabello corto ondulado y barba bien recortada— Te noto alterada
Toma un cigarrillo y lo coloca en sus labios para después encenderlo, decido ignorarlo, esperando que me ignore de igual forma.
—Sé que es difícil confiar en un desconocido, pero también es bueno a veces hablar con alguien que no va a juzgarte por no conocerte— Se encoge de hombro y señala mis maletas— No tienes a donde ir y a simple vista podrías verte como una loca con esa pinta que tienes— Me mira a la cara curioso— ¿Escapas de alguien?— Abre los ojos muy sorprendido— ¿Mataste a alguien?
Bufé molesta— Estoy bien
—No lo creo— Le da una calada a su cigarro y mira el cielo— Puedo ser un buen amigo cuando me lo propongo
Tragué saliva nerviosa y suspiré— Mi amiga se acostó con mi padre— Solté sin más
Me mira sorprendido— ¿En serio? — Asiento, él le da una larga calada a su cigarrón y asiente— ¿Se quieren?
Bufo molesta— Según ellos si— Pongo los ojos en blanco y veo al frente— Pero es mentira, por dios. Zara tiene una larga lista de amantes por toda la ciudad, mi padre debe ser uno más de la lista
—¿Estas segura o solo supones? — Me mira inquisitivo, le dirijo una mirada con el ceño fruncido— Porque una cosa es que tu hayas sido testigo de todo eso, o simplemente lo digas porque los demás lo piensan
—La vi salir y volver al siguiente día varias veces— Solté
—¿No estaría con tu padre ya?— La duda se planta en mí
—¿Cómo la defiendes sin conocerla?— Le reprocho, el colmo es que un completo desconocido la defienda
—Sé lo cruel que puede llegar a ser la gente con otras sin conocerlas— Me dirige una sonrisa débil— Estuve del lado en donde eres el malo, fui juzgado sin que supieran porque hacía las cosas— Se encoge de hombros— Supongo es empatía
Bufo molesta y me cruzo de brazos— ¿Lo que hizo está bien entonces?
Se encoge de hombros— No se porque decidió estar con él, no puedo hablar por ella— Lanza la colilla al suelo y la pisa con su pie— Lo que no está bien es que no te lo hayan dicho, sin embargo, si se aman, hay que dejarlos ser
—Me traicionó— Las lágrimas nublan mi vista, estaba muy furiosa
Se acercó a mí y tomo el costado de mi rostro con una de sus manos dirigiéndome una sonrisa— ¿Traicionarte? Solo decidieron caer en manos del amor, ¿No sabes lo maravilloso que es dejarse envolver por él?— No podía apartar mi mirada de él, su aroma era una combinación de tabaco con perfume, sus ojos eran de un color obscuro envolvente— Dime una cosa ¿Nunca te enamoraste?
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El placer de lo prohibido (EN EDICIÓN) || Placeres Prohibidos #1
Roman d'amourLas manos de aquel hombre recorrían la figura femenina y es que la suavidad de su cuerpo hipnotizaba a cualquiera, su piel como el pétalo de una flor, fresca como el pasto con roció enloquecerían a cualquiera que la tocara, pero ella solo quería que...