Dylan
Vi a Zara entrar al bloque de dormitorios, salí lentamente del estacionamiento en dirección al departamento, tomé mi teléfono con el propósito de avisarle a Emma, pero me llevo una sorpresa al ver que tenía una docena de llamadas perdidas de su parte. Frunzo el ceño confundido, sin duda alguna algo estaba sucediendo.
Aceleré con el propósito de llegar lo más pronto posible, un mal presentimiento me embargaba, desgraciadamente no podía sospechar de que se trataba.
Me estacioné en mi cajón de estacionamiento y subí de forma apresurada hacía mi departamento, en cuanto abrí la puerta, algo pasó justo a lado de mi cabeza, dirigí la mirada hacía donde había venido el objeto, encontrándome a Emma furiosa, con lágrimas en los ojos.
—¿QUE DEMONIOS SUCEDE?— Le reprocho, ella avienta algún otro objeto más, pero rápidamente lo evado. Me acerco a ella, justo cuando iba a lanzar el otro la tome del brazo y la vi directamente a los ojos— Detente ahora
Tira su brazo de mi mano y se aleja— Me mentiste— Gritó— Se suponía que no ibas a verte más con Zara
—Yo nunca dije eso— Respondo tranquilo— Deja de comportarte así
—Eres...el peor papá del mundo— Inspiré profundo, una lágrima rodó por su mejilla y una presión en mi pecho se instaló— Cualquiera preferiría a su hija sobre una mujer
Me quedé callado, porque tenía razón, realmente era un mal padre justa ahora.
La jalé a hacía mí, Emma se resistió y terminó alejándose, se limpió las lágrimas del rostro, dio media vuelta y se marchó rumbo a su habitación.
De pie en la sala de estar, un peso se instaló en mi cabeza, caray, realmente estaba siendo un mal padre, pero amaba a Zara, ¿Pero eso justifica ponerla sobre mi propia hija?
Un toque en la puerta me saca de mis pensamientos, suspiro pesadamente y me dirijo a abrir la puerta, al abrirla una muy furiosa Lana me observa.
—¿Qué demonios?— Espeto— ¿Por qué tocas de esa forma?
—Escúchame bien— Me empuja entrando al departamento— Más te vale que hagas algo para devolverme mi empleo— Lanza un sobre a mis pies— Me despidieron en cuanto renunciaste, mandaron a la basura 10 años que te entregué...
—Basta— Grité— Yo no te pedí que te quedarás, voy a hablar con mi padre para que te de un puesto en la constructora, pero eso no significa que lo harán
Me agacho a recoger el sobre y lo abro, dentro se encuentra la hoja de despido, emitida por mi hermano— Tu hermano me ha dado una patada por el culo, ni siquiera me dejo tomar mis cosas
—Nunca le caíste bien— Respondo, le tiendo el sobre y ella me mira aun molesta— Tómalo ahora, no hay segundas oportunidades, o lo dejaré caer
Lo toma furiosa y se cruza de brazos— ¿Vas a hacer algo?
—Ya te lo dije, haré lo que pueda, pero no te aseguro nada— No iba a mover ni un dedo por ella— Ahora tienes que irte
—Dime una sola cosa— Me mira burlona— ¿Sigues con la niña?
Me dirijo a la puerta sin responderle, la abro y le hago señas— Tu visita no fue grata, fuera
Se dirige en mi dirección y se detiene frente a mí— Estas cometiendo muchos errores, por una niña que solo es un capricho— Hace el intento de besarme, pero me alejo— Esto que sientes, no es amor. Recuérdalo
Toca mi brazo con su palma y sale del departamento, azoto la puerta y lanzo lo primero que encuentro contra la pared
—Tiene razón— La voz de Emma me saca de mi momento y la veo serio— Eres otro desde que la conociste, es como si estuvieras cegado— Suspira y niega con la cabeza— Cuando todo este capricho pase por parte de ambos, tal vez sea demasiado tarde y hayas perdido todo.
Me percato de una maleta a su lado y frunzo el ceño— ¿A dónde vas?
—Me voy, papá— limpia sus lágrimas y me mira apenada— No puedo más con esto, pensé que realmente habías acabado con esta situación
La sensación de una presión en mi corazón se hace presente— No, Emma— Paso mis manos desesperado por mi cabello— ¿A dónde irás?
—No te preocupes— Sorbe por la nariz— Voy a estar bien
Se dirige con su maleta a la salida, pero la detengo— No te vayas, por favor
—Lo siento, te amo, pero no puedo seguir viendo a un desconocido en lugar de mi padre— Niega con la cabeza y sale del departamento
¿Un desconocido? Eso era ahora para todo el mundo, un desconocido
Dirigí una última mirada a la puerta, pero ya no había nadie, solo un pasillo vacío y una puerta abierta.
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Abrí los ojos lentamente, mi teléfono sonaba insistentemente en algún lugar de la habitación.
No supe en qué momento me quedé dormido, supongo que fue mucho tiempo ya que afuera ya era de noche.
Me levanto del sofá buscando mi teléfono, al encontrarlo me percato que tengo demasiadas llamadas perdidas de Zara, decido regresarle la llamada de forma inmediata.
—Zara
—Dylan— Su tono de voz se escucha roto— Necesito que me ayudes
—¿Estás bien?— La preocupación me llega al instante—¿Qué pasó?
—Me han dado de baja de la escuela— Se queda en silencio un momento— Mi padre ha dicho que no va a pagar un solo peso más, me han botado de los dormitorios— Puedo oír como su voz se rompe— No sé a dónde ir
—Ven a casa conmigo— Suspiro pesadamente— Emma se ha ido, puedes venir
—¿Por qué?— Puedo oír su preocupación— ¿Ha sido mi culpa verdad?
—No, para nada— Tallo el lateral de mi rostro preocupado— Solo que no tenemos las mismas opiniones, ven puedes quedarte aquí
—Está bien, tomaré un taxi— Murmura
—Taxi— Frunzo el ceño— ¿Tu coche?
La escucho reír burlona— Olvidé mencionarte que mi papá mandó a su chofer para llevarse el coche
Suelto el aire— Espérame ahí, voy para allá
—No es necesario, tomaré un taxi
—Espérame ahí, es mí última palabra
Tomo las llaves de la camioneta y me dirijo a toda prisa, Ethan Coux tenía razón iba a arrepentirme de no hacerle caso.
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Le quedan tres capítulos a esta obra, muchas gracias a las que siguen leyendo.
Nos leemos pronto.
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El placer de lo prohibido (EN EDICIÓN) || Placeres Prohibidos #1
RomanceLas manos de aquel hombre recorrían la figura femenina y es que la suavidad de su cuerpo hipnotizaba a cualquiera, su piel como el pétalo de una flor, fresca como el pasto con roció enloquecerían a cualquiera que la tocara, pero ella solo quería que...