Día 0...

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(Bungou Stray Dogs pertenece a Kafka Asagiri)

Akutagawa llegó a la hora indicada por su antiguo mentor, encontrándose en uno de los miradores del muelle, justo al caer el atardecer.

No sabía por qué le había pedido ir, pero además de la duda, no podía no asistir. Por fortuna, la relación entre la Port Mafia y la Agencia de Detectives estaba bien, tras el apoyo que se habían brindado mutuamente para detener a Fyodor.

Justo cuando estaba más absorto pensando en ello, Dazai finalmente arribó al lugar.

—Puntual como siempre, Akutagawa-kun.

—Así me lo enseñaste, Dazai-san —respondió Akutagawa, mientras un rubor cubría sus mejillas ante tal cumplido, y Dazai se ponía frente a él.

—Y también te enseñé que no debes confiar en el enemigo, pero parece que lo olvidaste, ja, ja, ja —contestó Dazai, haciendo que Akutagawa torciera la boca—. Bueno, seré rápido en esto. Necesito que ayudes a la Agencia de Detectives.

—¡¿QUÉ?! —gritó Akutagawa, desconcertado.

—Descuida, ya lo hablé con Mori-san. Esta situación amerita la colaboración mutua de ambas partes nuevamente. Además, solo será por diez días.

—De acuerdo, entonces, ¿en qué puedo apoyarte, Dazai-san?

—A mí no, porque yo no iré en la misión. Irán tú y Atsushi-kun.

—No, no puedo aceptar. ¡Nunca haré nada con ese hombre tigre de nuevo!

—Ustedes han demostrado que trabajan muy bien juntos. Por eso Mori-san aceptó el trato. De hecho, fue bastante fácil convencerlo y...

—No voy a hacerlo, Dazai-san —interrumpió Akutagawa, lo que provocó que una sonrisa maquiavélica apareciera en el rostro de Dazai.

—Te propongo algo, Akutagawa-kun. Esta misión es muy importante, y solo ustedes dos juntos pueden realizarla con éxito. Así que, si tú y Atsushi-kun logran su objetivo en los diez días programados, si lo apoyas al cien por ciento y tienen éxito, entonces yo volveré a ser tu mentor.

—Eso... —Akutagawa quedó tan anonadado que se llevó una mano a la boca, incrédulo.

—Eso también lo hablé con Mori-san. Incluso, una vez que terminemos nuestra charla, puedes hablar con él para confirmar todo esto. ¿Qué dices? ¿Aceptas o no?

La posibilidad de lograr algo que durante cuatro años había sido imposible era ahora una realidad. Akutagawa pensaba en que solo tendría que resolver ese caso y soportar al fastidioso hombre tigre que tanto detestaba por diez días para volver a tener a Dazai como mentor.

Eso tenía que ser un sueño.

—¿Y qué vas a hacer con el hombre tigre?

—¿A qué te refieres?

—Cuando logre el objetivo y tengas que cumplir tu palabra, ¿piensas seguir entrenándolo?

—Sí, no veo el...

—Dazai-san, acepto la misión y tu reto, pero hay algo que quiero a cambio —dijo Akutagawa, enérgico y decidido.

—¿Qué es?

—Cuando vuelvas a ser mi mentor, dejarás de entrenar a ese chico. Nunca volverás a ser el mentor de nadie más.

—Vaya, vaya, qué celoso y posesivo te has vuelto, Akutagawa-kun —respondió Dazai burlándose, mientras acariciaba la cabeza del muchacho.

—Es mi única condición para aceptar.

—No me parece tan justo. Solo tú sales ganando en todo esto.

—Dazai-san, tú necesitas mi fuerza para ayudar a ese debilucho. Yo creo que ambos ganamos con el trato.

—Está bien, está bien, acepto, pero con una condición extra... —Dazai se llevó una mano a la boca y se acercó a su oído, hablándole en voz baja—. Será como una cláusula secreta, ¿te parece?

—De acuerdo.

—Bueno, la cláusula secreta será la siguiente: si te enamoras de Atsushi-kun en estos diez días, entonces, aunque logres cumplir la misión, no seré tu mentor.

—¿Quieres decir que si cumplo la misión y no me enamoro de él en el proceso, dejarás de ser su mentor y solo serás el mío?

—Así es. O mejor dicho, porque sé que van a lograr la misión: si te enamoras, lo pierdes todo; si no te enamoras, lo ganas todo. ¿Aceptas? —Dazai tendió una mano hacia él.

Ambos se miraron un momento. Akutagawa no entendía cómo Dazai le había apostado algo tan ilógico, cuando con solo sugerirlo ya había perdido de inmediato.

—Acepto. Regresaré con la misión cumplida, esperando que tú cumplas tu palabra. —Akutagawa extendió su mano, y sellaron el trato.

—Una cosa más. No puedes decirle nada de nuestra apuesta a Atsushi-kun. Él solo sabe que vas a acompañarlo en esta misión porque así lo decidieron tu jefe y el nuestro.

—Entonces, ¿él ya sabía de esto? ¿Cómo sabías que yo iba a...?

—¿Aceptar? —contestó Dazai, soltando su mano—. Era obvio que lo harías. Al final, tú sales ganando con todo esto, ¿no? Nos veremos en once días aquí mismo, a la misma hora.

—¿Significa que salimos mañana?

—Así es. Suerte —Dazai se alejó, retomando su rumbo hacia el ocaso.

Mientras Akutagawa partía en dirección opuesta, una sonrisa de triunfo iluminaba su rostro. «No necesito la suerte, porque esta apuesta ya se decidió», pensaba, sintiendo euforia al imaginarse siendo, de nuevo, pupilo de Dazai.

Ahora, tenían un reto. Pero, ¿realmente habría en diez días un ganador en todo esto?

Así terminó el día cero... Y comenzaron los diez días...


Continuará...

Nota de la autora: viendo la película del mismo nombre, se me vino a la mente esta historia que, ciertamente solo comparte el título pero que estoy segura que les va a gustar.

Mi regalo de Año Nuevo y un nuevo fanfic de una de mis top 3 series favoritas, que no podía ser otra que Bungou Stray Dogs. Un abrazo a quienes me leen!!


Cómo perder a un hombre en diez días... Shinsoukoku Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora