Nadie podría curar esta nostalgia

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Me enredé en cuentos modernos de caballeros, 

jinetes de blancos caballos. 

Creí que sería suficiente para deshacer la añoranza,

que se apoderaba de mis movimientos 

hasta anclarme fijamente a una cama desconocida. 

Encerré en mi regia coraza recuerdos bonitos y labré, 

en parte, una hermosa continuación para mi historia. 

Creí en el presente cuando dicen que no debes. 

Me amparé en un amor que yo decidí llamar "mi verdad",

y olvidé que el tiempo no cura una gran mentira como esa. 

Decidí que la música de desamor sería mi banda sonora entonces,

y ya no me incomodaba la tristeza. 

Aprecié los pequeños detalles, 

como las pequeñas sonrisas,

y adoré saber que aun cuando fueran una imaginación 

podían hacerme sentir tan viva. 

¡Increíble! 

Parecería una falacia pensar que una mentira,

aun sabiendo que lo es pudiera ser tan real, 

pudiera hacerme tan real. 

Te llamaría Salvador, 

pero tú no has hecho nada. 

Yo, conociendo que soy,

y no he dejado de serlo. 

Me he evadido de una realidad que me dolía,

para vivir en un sueño que me llenaba de una alegría inmensa. 

Si la imaginación puede hacerme tan feliz, 

quizás no hubiera que renunciar a ella. 

Aquello que hace tanto bien, no puede ser malo.


APÁTICAWhere stories live. Discover now