Capitulo 23

448 55 11
                                    

Bakugou despierta. Es la undécima vez esta semana, siente una rápida confusión sobre el espacio y frialdad en su cama.

Alguien golpea su puerta. No responde, pero Mina entra de todas maneras.

—Vete a la mierda, estoy durmiendo —escupe Bakugou, dándole la espalda a la puerta—. ¿Desde cuándo golpeas la puta puerta?

—Capitán, creo que has cometido un maldito error —dice. Se lo dijo cientos de veces, pero Bakugou puede decir que está a punto de explotar.

—Monoma puede ser reemplazado.

—Por todos los cielos, sabes que no me refiero a él —tiene la audacia de caminar y sentarse junto a él. Bakugou se levanta, aunque sólo para alejar su verga de la furia de la chica.

Frunce el ceño. —Ese puto noble era peligroso para todos nosotros. Ya no podíamos darle ningún otro uso, así que tenía que irse.

Mina sacude la cabeza, y Bakugou puede sentir su ira contenida.

—De todas maneras, él escogió irse —dice Bakugou, desviando la mirada. Era lo mejor, piensa.

—Pura mierda —dice Mina. Golpea su mano contra la cama, una y otra vez—. ¡Pura mierda, pura mierda, pura mierda! Capitán... ¡No! Katsuki. ¿Qué mierda estás haciendo?

Te dije...

—¿De qué mierda estás asustado? —le grita Mina—. ¿De qué? Dios, te has reído de la vida en la cara, y vas a destruir a este lindo chico, que de alguna manera, que aún no comprendo, fuiste bendecido y cayó por ti un—estúpido—pirata. ¿Y lo mandaste a la mierda? No-o, Katsuki. ¿Qué carajo pasa contigo?

Bakugou pestañea, lo tomó por sorpresa. Siente el peso caer sobre su pecho y abre su boca para gritar, mentir, sacar su ira que tan fácilmente sale de sus pulmones, pero en lugar de eso, retiene el aliento, lo sostiene contra un sollozo vacilante. Cierra los ojos con fuerza y deja salir un largo suspiro por la nariz, intentando recomponerse,

—No quería herirlo —dice Bakugou—. Yo... seguía... teniendo ese estúpido sueño en que lo mataba, Mina. Como a All Might y al inutil de Deku, y...

—No fue tu culpa —dice Mina.

—Tú dices eso, pero sigo teniendo la puta sensación, ¿sí? ¡No fui lo suficientemente bueno! Y ahora...

—¡Ahora! —lo interrumpe Mina, sigue enfadada—. ¿Esperas que crea que lo hiciste por él? ¿Desde cuándo eres tan caritativo? Lo mandaste a la mierda, a Kirishima, el niño noble, el de cabello rojo flameante, lo sacaste de nuestra nave para que se las arregle solo en medio de la maldita nada. Es demasiado bueno, probablemente lo maten o algo peor, y todo por tu maldito trasero egoísta y cobarde, asustado de ser lastimado de nuevo. No estás protegiendo a Kirishima, te estás protegiendo a ti mismo. Eres patético, Katsuki.

Bakugou quería gritarle a la verdad en sus palabras, poniendo en la mesa su corazón, pero no podía. Por supuesto, sí, estaba asustado de lastimar a Kirishima...

Pero lo que más le asustaba era fallarle a la mayoría. Fallar en protegerlos, fallar de... no ser suficiente. Todo lo que puede hacer por un momento es sentarse, entumecido por la realidad de su propia cobardía.

Mina respira profundamente, y pone una mano sobre la suya. —Escucha. Sé... sé que estás asustado. Eso no significa que seas débil, sólo porque tienes emociones. Sí, te hace vulnerable... pero lo que hace a alguien fuerte y lo que hace a alguien valiente es cuando deciden amar, por sobre todas las cosas. Si quieres ser mejor, si quieres ser más fuerte, si quieres ser un Rey, entonces debes ordenarme girar esta nave y encontrarlo antes de que esté demasiado lejos.

The Lost Continent [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora