La lluvia cae sobre ellos por días, y luego aguaceros. Las olas son fuertes, pero no es una tormenta, es lo que molesta a Kirishima más que nada. No puede recordar lo que se siente estar seco. Sabe que Bakugou lo odia, porque la lluvia opaca la potencia de ataque del Crepitante, y es difícil mantener la pólvora completamente seca cuando el techo tiene fugas en los bordes de la nave—no importa que tan experto sea Sero en la carpintería.
Cuando la lluvia despeja la niebla, y cala profundo en sus huesos. No puede evitar temblar por el frío, pero las noches son cálidas junto a Bakugou. Piensa cuánto le gustaría estar ahí cuando Hatsume llama desde el puesto de observación.
—¡Barco!
Kirishima levanta la mirada hacia su puesto para ver donde señala, y sigue su dedo a través del mar. No puede ver nada, pero sus ojos son agudos, y confía en su juicio.
—¡Más! —grita.
Kirishima entrecierra los ojos.
—¿Dónde están? —grita Bakugou—. Preparen los cañones.
Kirishima se prepara para alzar las velas en caso de que necesiten retirarse.
—Todos de estribor —contesta ella.
—¿Puedes ver los colores? —grita Bakugou. Kirishima puede ver su expresión desde donde está parado—las cejas ligeramente arrugadas en preocupación.
—Demasiada niebla —grita Hagakure—. ¡Mina! ¿Qué hay en proa?
Kirishima no llega a comprender lo que dice Mina, pero desde donde está en babor, ve otro barco.
—¡O-otro! —grita.
—¡TODOS LOS CAÑONES LISTOS! —grita Bakugou—. CADA MALDITO CAÑÓN.
Kirishima escucha la tripulación correr y mover los pesados cañones hacia los lados de la nave, el agua golpea el barco suavemente. Oye el graznido de Tokoyami, áspero a través de la niebla como un trapo mojado sobre el cobre, pero se siente una gran tensión en el aire cuando más y más naves van apareciendo ante sus ojos.
—Capitán... —dice Kirishima, preocupado, pero para cuando ve un barco familiar aparecer en la niebla. Demasiado familiar. Velas marrón claro que combinan con las chaquetas terracota, salvo por el rojo profundo de las velas principales, un color sorprendente a pesar del día húmedo. La sangre de Kirishima ha estado fría por días, pero cree que ahora está congelada porque no puede moverse, no puede respirar. Lo que ve es su barco, ese mismo que se vio alejar más y más tantos meses atrás.
"Iwa —deja salir en un suspiro. Siente los ojos de toda la tripulación sobre él, rápidamente se gira, con el pánico grabado en sus ojos, observa los ojos dudosos de Shouji, a Sero, Ojirou, Mina, y por último a Bakugou. ¿Qué debe hacer? ¿Esconderse? ¿Por qué están ahí? ¿Sabían que Kirishima estaba ahí?
"¡Capitán! —dice Kirishima, perplejo.
—Esperen —comanda Bakugou a su tripulación—. A mi señal, si lo necesitamos.
Los barcos comienzan a posarse junto al Crepitante.
—¡Capitán!
Es un Kirishima diferente el que llama esta vez. Kirishima reconoce la voz de su padre atravesando la niebla cuando su barco se acomoda.
—Creo que tiene algo que me pertenece.
Kirishima pestañea rápidamente, mirando el rostro de su padre. ¿Volvió? ¿Con... con una flota? ¿Estaba aquí... para buscarlo? Su corazón comienza a latir fuertemente en su pecho, haciéndole nublar la visión.
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The Lost Continent [Traducción]
AventureResumen: Kirishima Eijurou viene de una familia noble exterminadores de piratas. Bakugou Katsuki está creciendo como uno de los más temidos piratas de los mares. Cuando un intercambio va mal, Kirishima se encuentra en medio de la tripulación de Baku...