Luego de un año y medio Meredith Ukai regresa a Japón encontrándose con la sorpresa que su primo ahora es el entrenador del antiguo equipo de su abuelo, por lo que termina uniéndose al club para ayudar a los cuervos y que puedan volver a volar en la...
El primer día termino sin ningún inconveniente, Meredith despertó a la hora del almuerzo y retomo su trabajo como entrenadora, aunque solo se limito a observar, también coloco sus mini cámaras en el gimnasio para grabar todos los partidos como futuras referencias. No hace falta decir que Karasuno no logro ganar ninguno de ellos.
-¡Increíble! Nunca había visto a un equipo perder tantos partidos en un solo día- alego la peli-roja en cuclillas frente a los chicos que descansaban en el pasto.
Claro que sus palabras no tenían malicia alguna, pero aun así ellos no podían evitar sentir la puñalada en su orgullo.
-No se preocupen demasiado por eso- se levanto- de los errores se aprende, es la única forma de aprender después de todo, una vez que logren adaptarse completamente serán imparables- sonrió haciendo que su anterior puñalada fuera olvidada. -Meredith-san ¿Podrías prestarnos tu tablet para revisar el video del ataque sincronizado?- pregunto el capitán levantándose motivado. -Claro, aunque ahora mismo lo tiene Keishin, deben ir a pedirle a él- respondió.
Daichi agradeció antes de ir, por otro lado Azumane dijo que practicaría sus saques, Yamaguchi al escucharlo decidió hacer lo mismo por lo que le pregunto a su amigo que es lo que haría, el rubio por su parte se negó a seguir entrenado. La peli-roja al estar cerca escucho la conversación.
-¿Qué? -Solo me preguntaba si ibas a practicar algo por tu cuenta- decía el pecoso rascando su mejilla. -Ya practicamos más de lo que quisiéramos- replico él antes de comenzar a alejarse- entrenar sin parar no lo resolverá todo. -Cla-Claro…- acepto desanimado- es cierto… -No necesariamente- hablo detrás de él sobresaltándolo- solo entrenando conseguirás los resultados que deseas, claro que si no deseas ningún progreso no obtendrás nada- dijo haciendo referencia al rubio. -N-No Tsukki, él… solo…- trato de defender a su amigo. -Tranquilo, Tadashi, no tengo nada en contra de Tsukki ni nada parecido- la expresión del mencionado se relajo- solo espero que encuentre su motivación, y mientras tanto ya me encargue de darle un empujón- sonrió desconcertando a su kouhai- bien, suerte en tu entrenamiento, estoy segura que tus progresos serán nuestra carta del triunfo en el futuro- se despidió con la mano antes de comenzar a caminar, tras dar unos paso escucho un <S-Si> muy entusiasta.
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-Oye, tú, el del Karasuno, ¡El de lentes! ¿Puedes bloquear un rato con nosotros?- cuestiono el capitán del Nekoma a cierto rubio con lentes. -Ya me iba- respondió para luego hacer una reverencia- con permiso.
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-¡¿Qué?!- exclamaron ambos. -¡No tiene caso rematar sin un bloqueador!- se quejo el peli-gris- ¡Vamos! -¿Por qué tengo que ser yo?- pregunto Tsukishima- ¿Por qué no alguien del Fukurodani…? -Bokuto-san nunca para de practicar, así que todos huyen muy pronto- respondió el compañero del mencionado apareciendo detrás de esté. -Yo estoy ocupado poniendo en regla a este tipo- hablo Kuroo señalando al peli-gris que estaba en el suelo. -¡Dije que yo bloquearía!- reclamo <Ese tipo> -¡Cállate! ¡Si quieres ser titular en el Nekoma, debes poder recibir un balón- le calló antes de volver a dirigirse a Kei- tal vez no lo parezca, pero es uno de los mejores cinco rematadores del país- señalo a Bokuto- así que te ayudará para entrenar. -O sea, que no pudo quedar entre los tres mejores- añadió Akaashi. -No te preocupes- coloco su mano en su hombro Kuroo, pero fue apartado rápidamente. -¡No me elogies si luego vas a burlarte!- replico Kotaro.