Luego de un año y medio Meredith Ukai regresa a Japón encontrándose con la sorpresa que su primo ahora es el entrenador del antiguo equipo de su abuelo, por lo que termina uniéndose al club para ayudar a los cuervos y que puedan volver a volar en la...
-¿A Tokio?- cuestiono incrédula la peli-roja sospechando el motivo. -¿Tokio? O sea… ¡¿El Nekoma?!- exclamo el peli-naranja. -¿Un partido de práctica?- pregunto Kageyama. -Sí- respondió el maestro levantándose del suelo y limpiando la sangre de su nariz- pero no solo será contra el Nekoma- ante aquello todos prestaron atención- el grupo Académico Fukurodani, es un grupo de escuelas de la región de Kanto que incluye al Nekoma, parece que tienen partidos de práctica todo el tiempo, gracias al entrenador Nekomata, el Karasuno podrá participar en sus partidos.
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“El abuelo Neko” pensó la entrenadora con un brillo en sus ojos “Esos partidos son justo lo que necesitamos”
-Esos grupos se hacen por las relaciones que forman con los años- explico el entrenador- así que no es fácil entrar sin conexiones, debemos agradecérselo al entrenador Nekomata y al profesor, que seguro estuvo pidiéndolo sin parar. -No- negó el efusivamente- en realidad no lo… mencionaron mucho a los entrenadores Ukai- miro de reojo a ambos primos, pero aun habiendo dicho eso los miembros del equipo hicieron una reverencia como agradecimiento- con los años, perdimos los lazos que teníamos con las otras escuelas de la prefectura con las que nos llevábamos bien- al escuchar eso levantaron sus cabezas- hay muchas escuelas que perdieron a los entrenadores que eran cercanos al anterior entrenador Ukai, no podemos dejar pasar esta oportunidad.
La emoción se apodero de los estudiantes quienes no podían esperar para ir a Tokio claro que no todo podía ser bueno ¿No?, pero eso lo descubrirían más adelante.
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De camino a casa los dos Ukai iban conversando sobre las prácticas que tendrían.
-Esto nos vendrá muy bien, es justo lo que ellos necesitan y podre ver al abuelo Neko devuelta- decía feliz y sonriente la menor. -Tendrán que esforzarse mucho, todos los equipos son muy fuerte, pero esto les dará lo que les falta para ganar sus siguientes partidos- apoyo el rubio. -No puedo esperar para ir será una gran experiencia para ellos y para nosotros- aseguro ella- después de todo aun estamos muy verdes como entrenadores, al menos eso fue lo que dijo el abuelo el otro día cuando fui a verlo. -¿Cuando fuiste?- cuestiono el mayor con nerviosismo. -Al día siguiente de ver el juego de Seijo contra Shiratorizawa pase a verlo, me regaño y me hizo correr alrededor de su casa por media hora, por suerte solo me hizo hacer eso ya que apenas empezaba como entrenadora- respondió la joven y con una sonrisa malvada añadió- dijo que la próxima vez que te vea a ti te irá peor.
El rubio sintió un escalofríos en su columna vertebrar ante la amenaza de su abuelo, si volvían a perder en un partido oficial estaba muerto.
-Será mejor que no vaya a verlo- al cabo unos segundos recordó que ese fue el día que ella falto a clases- espera ¿El abuelo no te regaño por saltarte las clases?- enarco las cejas mirándola de forma insistente. -Oh, no, no, no- aseguro ella- ni siquiera me pregunto porque no estaba en clases en ese momento. -¿Qué clase de abuelo no regaña a su nieta por faltar a clases?- se cuestionaba golpeando su frente, estaba seguro que si hubiera sido él no se libraría de un castigo ejemplar por su parte. -Uno que sabe que mis notas son buenas- respondió ella orgullosa- además el nunca me dijo nada por faltar a clases no veo el porqué empezar ahora- se encogió de hombros. -Nieta mimada- mascullo molesto mientras apresuraba el paso dejando a su prima detrás quejándose.
