Luego de un año y medio Meredith Ukai regresa a Japón encontrándose con la sorpresa que su primo ahora es el entrenador del antiguo equipo de su abuelo, por lo que termina uniéndose al club para ayudar a los cuervos y que puedan volver a volar en la...
El camino de regreso fue bastante silencioso pues todos los chicos se encontraban durmiendo.
-Todo está muy callado- comento el profesor que iba conduciendo. -Todos cayeron desmayados- dijo la manager del equipo. -Bueno, jugaron dos partidos- hablo el rubio que se encontraba mirando la ventana- ganaron los dos partidos en dos sets, así que no está mal, si siguen ganando a partir de mañana, no sólo tendrán que seguir jugando dos partidos por día, sino que también sus oponentes serán más fuertes, tendremos que elevar la moral entre cada partidos. -Dices eso pero no me dejas felicitarlos- reprocho la peli-roja sentada a su lado con los brazos cruzados -Hazlo con palabras no con acciones- replico él. -Las acciones valen más que mil palabras- recito el proverbio. -No para ellos, y fin de la discusión- sentenció el mayor. -Oye no puedes terminar la discusión porque no tengas más argumentos, eso es trampa- se quejo ella.
La pelea entre los primos duro casi todo el camino a la escuela sin llegar a ningún acuerdo volviéndose una discusión infantil sobre quién y bajo que términos se puede dar por terminada una conversación, finalmente llegaron a la escuela sin que ninguno de los dos se dirigiera la palabra.
-Vamos, tendremos una reunión- anuncio el profesor bajando del autobús seguido de los chicos que acaban de despertarse. -Takeda-sensei- le llamo otro profesor desde la ventana- el club de voleibol está en la televisión. -¡¿Televisión?!- exclamaron Yuu, Ryu y Shoyo despertándolo por completo.
Sin perder tiempo todos fueron a la sala de profesores, la peli-roja iba a entrar por la ventana ya que era el camino más rápido pero su primo la detuvo y la arrastro con ellos para que entrara como la gente civilizada, según él.
Desafortunadamente ellos no aparecieron en las noticias siendo solo nombrados por los reporteros pero lo que más los molesto fue el hecho que le entrevistaran a Oikawa en vez de a ellos.
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Aunque el profesor trato de animarlos diciéndoles que fueron enfocados durante su partido, ellos ya estaban determinados y con su orgullo herido.
-Sensei, gracias- dijo Daichi- muy bien, entonces…hagámoslo.
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Con eso dicho salieron todos los chicos de la sala de profesores dejando al mayor de todos aterrado por su aura amenazante.
-Bueno al menos motivación no les falta- sonrió divertida la entrenadora antes de seguirles.
