Let's Be Better [MiamiRickorty]

Capítulo Siete : Sábanas y Almohadas

Se encontraba tan deprimido. Caminó por la casa con su mirada baja, podría oír el eco que generaban sus pasos que chocaban contra las paredes y lo hacían resonar en todo el lugar, se sentía tan vacío y solitario al estar bajo ese techo, parecía que nadie se encontraba ahí. Aunque Morty paseara en ella. Mantenía su mano en contacto con la pared mientras caminaba sintiendo lo frío y lo poco deshecho que se encontraban en esos momentos, paró en seco siendo ahora su respiración como el único sonido que existiese en el lugar.

Era claro lo que visualizaba bajo una silla del comedor, era un poco de cocaína dentro de una pequeña bolsa de plástico, el peli-azul no la había consumido completamente. Suspiró mientras negaba con la cabeza, se prometió alejarse de el alcohol y de las drogas, necesitaba descansar y recuperarse de manera mental, emocional, sentimiental y físicamente. Esas sustancias no lo ayudarían a mejorar o avanzar, simplemente lo conllevaría a más problemas o para concluir; su muerte

Trató de negarse. Deseaba mejorar, deseaba dejar todas esas malas cosas y continuar con su vida, a pesar de todo seguía siendo un niño, un chico que apenas iniciaba su vida y debía vivirla, en cambio Rick, ese hombre ya había vivido todas las catástrofes, logros, problemas y fantasías que se podrían llegar a pensar. Era claro porqué no tenía preocupaciones sobre pasar cualquier límite riesgoso a diferencia de el menor.

Derramó un par de lágrimas. ¿Cómo podía estar en la casa encerrado involuntariamente por su pareja? No podía comprender con exactitud, sólo sabía que le dolía, y ahora no sólo eso, el miedo comenzaba a ser parte de su continuo sufrimiento.

En un abrir y cerrar de ojos se encontraba sentado en el suelo, la inyectadora a su lado recién usada y ya vacía, su brazo estaba quieto mientras con su otra mano sostenía fuertemente una botella medio llena de alcohol. Tembló temeroso, no podía ni siquiera controlarse. Comenzó a sentir como la droga hacía efecto esparciendose por sus venas, tomó un gran trago de la botella, recogió sus piernas contra su pecho abrazándose, soltó la botella esparciendo el poco líquido en el suelo. Unas gotas cristalinas se deslizaron por sus mejillas mientras sentía como de sus labios brotaba una débil gota de alcohol.

Llevó su mano hacia su rostro cubriendo con sus dedos sus ojos, permitiéndose llorar, una vez más.

[. . .]

Abrió lentamente sus ojos observando la habitación a su alrededor sin gran interés, suspiró con cansancio ya que deseaba quedarse a dormir unas horas más sin embargo su cuerpo solía despertarse por sí mismo. Restregó un poco sus ojos con sus dedos, se dio la vuelta con el objetivo de encontrar otra posición que le produjera sueño más encontró el delicado y tranquilo rosto del menor de cabellos rubios el cual seguía durmiendo.

Se veía adorable, pensó el peli-azul. Estiró sus brazos y sus piernas recordando que aún mantenía el cuerpo de su versión joven, después de una pequeña caminata bajo la llovizna y en la orilla de la playa fueron a casa para tomar un baño, comer e inmediatamente ir a domrir, no recordaba que debía cambiar de cuerpo, bueno, ese detalle no era algo de todos los días.

Sonrió levemente al darse cuenta a su vez que se sentía pequeño a su acostumbrada y alta estatura, sin más dirigió su mano hacia el cabello del chico acariciando el mismo con cuiado sintiendo los suaves y largos cabellos del menor. Sonrió inconscientemente al notar como Morty sonreía de lado.

Suspiró, como adoraba a ese pequeño. Quizo levantarse y prepararle un espléndido desayuno a su pareja, sin embargo, su mecanismo deseaba estar en la cama, envuelto en sábanas y cerrar los ojos para volver a el estado de sueño el cual lo mantenía tranquilo y realmente relajado.

No solía ser alguien flojo, pero ese día anhelaba serlo. Morty sintió como el peli-azul se movía de un lado a otro tratando de quedarse dormido nuevamente, abrió sus ojos poco a poco encontrándose con los ojos miel de el mayor haciendo contacto visual.