Cortos NaruSasu

En buenos términos

Hoy les traigo algo bien bonito, ni tan romántico, ni tan cursi. Podría decirse que es un cliché muy a mi manera, sin dramas, para dejarle una sonrisa al corazón.

Antes de empezar la lectura, el texto en cursiva son recuerdos, alternados con la narración presente de la historia. Si algo no queda claro, me avisan.

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Está agotado. La próxima vez que a alguno de sus amigos se le ocurra molestarlo diciendo que trabajar para su padre debe ser pan comido y que le dan favoritismo por ser el hijo del jefe, los va atropellar con el maldito Honda Civic que aún está pagando.

Minato podrá verse muy buena onda y todo, pero no perdona ni a su hijo en el trabajo. "Un hombre responsable y trabajador, enamora, hijo" eso dice, después lo aburre deshaciéndose en suspiros mientras se le va la olla hablándole de como conquistó a su madre, ¡Y después lo regaña! Porque está distrayéndolo en horarios laborales, y de repente se queda silencio, ahí es cuando Naruto sabe que se va a meter con él, y no por el lado amable, "¿Sigues soltero?" y se lo pregunta como si estuviera burlándose, y cuando le asiente fastidiado, Minato responde "Eso te pasa por tonto".

A Naruto le dan ganas de reír a veces, solo a veces.

Y otras tantas, se deprime, mientras su padre se disculpa asustado tratando de animarlo, pero al final le vuelve a llamar tonto y lo manda a trabajar.

Y su madre. Ah, Kushina Uzumaki es un amor, pero también es malvada. Ella le manda constantemente fotos de las hijas de sus amigas, y cuando le pregunta si está tratando de buscarle pareja, ella le responde "No, es una buena chica. Dios la libre", y Naruto le sigue la corriente, haciéndose el ofendido.

¿Y porque tanta maldad en su contra?

No es que a sus padres les estorbe su soltería, o que lo estén presionando por encontrar una pareja y hacer una vida. La culpa es suya. Desde que se le empezó a hacer costumbre a llevar a sus novias a conocer a sus padres cuando ya estaba planeando terminar con ellas, y desde hace un buen tiempo, la gente ya sabe que cuando Naruto lleva a su novia a casa de sus padres, es porque va a dejarla. Minato y Kushina quedaron pintados como aves de mal agüero, y Naruto como un desgraciado. Bueno, eso a sus padres no les hizo gracia, así que ahora se la agarran contra él.

A él no le importa mucho. No se considera un mujeriego, y tampoco le han dicho que lo sea, es solo que sus relaciones, después de unos meses le terminan revelando algo que no le gusta, ya sea el interés económico o la imagen pública que buscan de él y su familia, o que se aburre de la relación, o que simplemente se encuentra de frente a una enorme pared que no le dan ganas de derribar, ni siquiera la intriga de saber lo que hay al otro lado lo motiva a seguir en una relación que no le supone ninguna emoción, un desafío, algo que lo saque de su área de confort y lo enloquezca. Y el hecho de usar a sus padres para acabar una relación sin futuro, es la cereza del pastel; él solo sigue sus consejos, buscar a alguien a quien hacer feliz, y que lo haga feliz de igual manera, "Un compañero de aventura" como su padre diría, "La goma de mascar en el zapato" como su madre diría.

Solo los más antiguos de sus amigos le han acertado al decir en modo de broma, que lo que busca es revivir experiencias pasadas. Muy pasadas. De hace casi diez años atrás. Un viejo y olvidado baúl se asoma de entre lo más recóndito de sus memorias, pero siempre, con una sonrisa resignada, lo vuelve a empujar a ese rincón de tesoros muy preciados, pero que no le han servido de ancla.

Ah, su vida de instituto fue una locura salvaje, una que quedó opacada con sus años de redescubrimiento en la universidad, con altibajos cual montaña rusa... más bajos que altos, pero bueno, al final lo enderezaron por su propio bien.