Todos en algún momento de nuestra infancia nos dedicamos un rato a imaginar nuestro futuro. Las niñas generalmente tienen sueños fantasiosos, una hermosa familia, con un esposo perfecto y unos maravillosos hijos. Los niños sueñan más en grande, y un poco más alejados de la realidad.
Sakura sueña con casarse algún día con Sasuke, tener muchos, muchos hijos, darse muchos besitos, y ser felices para siempre...
En la primaria hay muchas niñas que quieren lo mismo con ese niño.
Pero Sakura está convencida de que solo ella lo va a conseguir. Porque no va a rendirse nunca.
Por eso va muy decidida a buscar a Sasuke. Evita chocar con alguien mientras atraviesa el parque de su escuela, lleno de niños de su edad, no quiere ensuciar su vestidito rojo, y menos que algún desubicado se pare en sus relucientes zapatitos negros. Todos corren y gritan como locos de un lado para otro, jugando con alguna pelota o simplemente siguiéndose entre ellos.
Tan lindos los niños, con cualquier cosa se entretienen.
En la caja de arena lo encuentra. Tan lindo con su cabello negro lacio, y sus grandes ojos negros... frunciendo el ceño, alegándole algo al rubio ruidoso que está con él. A Sakura no le importa con quien esté Sasuke en ese momento. Ella sigue su camino muy decidida, aparta a empujones a quien se le atraviese e ignora las quejas de los que ya ha dejado en el suelo.
Al estar frente a él, obtiene su mirada y eso la sonroja. Naruto le saluda, pero como siempre, lo ignora, él se puede ir a freír changos a donde se le antoje. Para ella solo está Sasuke, que la sigue viendo sin alguna expresión, y luego deja de prestarle atención para atender a Naruto.
Algo en su interior dio un grito de rabia y la hizo reaccionar rápido.
—¡Sasuke!— le gritó sacándole un sustito al niño, no le importó, ya estaba lista. Tenía que hacerlo ahora —¡Cásate conmigo!
El silencio se hizo, y Sakura se puso más rojita. Se llevó las manos a la boca cuando supo que se excedió en el tono de su voz y que posiblemente Sasuke estaba molesto por eso, ahora pensaría que es una gritona. No importa, si puede aguantar los gritos de Naruto, los suyos tendrían que ser especiales.
La suave voz del niño le cayó como roca cuando escuchó su respuesta.
—No— y volvió a lo suyo, haciendo algo en la arena. Naruto a su lado, no entendía nada, pero Sakura todavía estaba ahí.
Y ella explotó en otro grito.
—¡¿Por qué?!
Sasuke la volvió a ver, le dio el remate.
—Eres muy ruidosa, no me gusta tu pelo, ya estás llorando... y además eres una niña.
En aquel momento, Sakura se quedó de cuadritos. Era cierto, aun eran niños, solo tenían ocho añitos. Así que decidió crecer y seguir intentándolo. Sasuke tenía que ser su esposo y darle muchos hijos.
Se burlaba de lo lindo al ver que Sasuke les daba la misma respuesta a las otras niñas. Que brutas, Sasuke no quería una niña... Sasuke quería una mujer. Sakura se ilusionaba pensando que cuando creciera un poco más, y se pusiera hermosa, Sasuke la iba aceptar. Claro, la iba aceptar porque ya no tendría el cuerpo flacucho de una niña, ya tendría buenas pombis, un par enormes de bubis.
Sí, con eso lo iba a enamorar.
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Unos años más tarde, cuando ya terminaban la primaria, Sakura ya tenía otra concepción en cuanto al amor que Sasuke le tendría.
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Cortos NaruSasu
Fiksi PenggemarEl título lo dice, son historias cortas. Naturalmente, NaruSasu.