Cortos NaruSasu

Seducción por Venganza

@Hiroki5828 ahí te va, hermana. Es lo mejor que pude hacer, tratándose de estos temas.

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Sasuke llegó al apartamento del insípido de su novio, todo empapado, afuera estaba lloviendo y se hartó de esperar en el taxi a que Naruto lo fuera a recibir con un mendigo paraguas. Si se resfría, va a matarlo. Entró sin avisar, con su propia llave, y más enfurruñado que un gato al que acaban de bañar por la fuerza.

Encontró el paraguas de la discordia apoyado contra la pared, cerca de la puerta, los zapatos de Naruto no estaban, pero él está en casa, ya puede escuchar su voz desde la sala ¿Qué demonios había sido tan importante como para dejar que se mojara?

Se recargó en el marco de la puerta de la sala, observándolo en silencio y con ojos achinados, cruzado de brazos y casi bufando como toro de rodeo. Naruto caminaba de un lado a otro con el celular en la oreja, haciendo gestos, afirmando o negando seguido de Mamá. Así que por culpa de la señora Kushina Sasuke huele y se ve como gato mojado. No lo va a perdonar, aunque se trate de ella, pero es Naruto quien va a pagar al final.

Cuando el rubio zoquete al fin lo notó, se paralizó y lo miró asustado, dándose cuenta de lo que provocó. Naruto le sonrió nervioso mientras con una carita de perrito apaleado le susurraba un lo siento.

Sasuke lo congeló con una sola mirada y se fue a la habitación, a robarle ropa seca y limpia.

Abrió la puerta, y el monstruo de ropa sobre la cama lo hizo cerrarla de nuevo. Maldijo por lo bajo lo desordenado que es Naruto, tan solo espera que eso sea ropa limpia, o no volverá a poner un pie dentro de ese cuarto.

Se acercó a la cama ¡Bravo! Es ropa limpia, y con un fresco aroma a verano, con la lluvia de afuera eso es reconfortante... pero está arrugada. Igual sirve. Fue a la baño para deshacerse de la ropa mojada y secarse un poco el cabello. Al menos las toallas están en su sitio, limpias y secas... no quiere pensar que Naruto no se ha bañado, pero eso es sospechoso.

Un par de chicles de menta salieron desperdigados cuando su pantalón cayó al suelo. No recordaba que estaban ahí.

Frunció el ceño al escuchar a Naruto todavía hablando con mami, no entiende cómo es que pueden pegarse tanto tiempo conversando. Él solo habla con sus padres cuando necesita saber algo, o ellos necesitan algo, o cuando su madre llega al límite de su desinterés y lo obliga a hacerles una visita. En fin. Y Naruto no habla, ese hombre grita, y está seguro de que si se acerca un poco, bien podría escuchar la voz de la señora también.

Por puro capricho y despecho, se llevó uno de esos chicles a la boca, hizo una mueca al notar el sabor a jengibre también, aparte de o dulce. Le gusta el aliento fresco, aunque andar mascando como caballo no es muy elegante, hubiera preferido un confite, algo duro y que se haga pedazos entre sus molares para deshacerlo más rápido ¿Por qué carajos compró chicles? Ah sí, se los robó a su hermano, no los compró; y a macho robado, no se le busca lado.

Aventó su ropa a la cesta vacía, sí, está impaciente y enojado con su novio. Y tiene frío. Salió con la toalla en la cabeza y agarró una muda del bulto de la cama. Todo le queda una talla más grande ¿Cuándo demonios Naruto creció más que él? Lo recuerda como el enano cuando eran unos pubertos peleoneros.

Se tentó a dejar el chicle pegado por ahí, donde Naruto pueda verlo, o pegárselo por descuidado. Pero Sasuke no es tan cochino, así que volvió al baño a tirar su mendigo chicle en la papelera.

Volvió a la sala, enfurruñado como estaba y arrastrando por el piso el pantalón, ni se molestó en doblarlo un poco, igual con las mangas de la camisa, casi le cubren las manos. Naruto puso cara de baboso al verlo, pero recibió un empujón que lo apartó del camino de su novio hacia el sofá. Pero no soltó el celular, su mami seguía hablándole.