Yo, Kevin Wendell Crumb

El regreso de Karen Fletcher...

Karen Fletcher

Hoy es el anhelado día en el que volveré a mi amado Filadelfia, hace tanto que me fui que ya poco recuerdo como lucían las calles, aquellos olores que se mezclaban cuando pasaba por la avenida principal donde se encontraban los mejores restaurantes de la ciudad. Sin lugar a dudas ese será mi primer destino cuando llegue.

Estos años han Sido extensos, apenas me he podido comunicar con mis seres queridos y con los pacientes que deje a cargo del doctor Edward Tilly, nada he sabido desde hace un año o más, intenté llamar pero jamás recibí respuesta y la internet es algo que no tengo para pagar. Siendo sinceros si eres estudiante muy pocas cosas estarán al alcance de tu bolsillo, pero sin lugar a dudas la persona que siempre he tenido en mi mente es Kevin.

Mi mayor deseo es llegar y pedirle a Edward un informe completo de cómo el ha evolucionado, cómo siguen sus terrores nocturnos o como Barry lo ha ayudado a mejorar sus relaciones con las demás personas, creo que con todo lo que he aprendido durante mi estadía aquí me ha servido para poderlo ponerlo en práctica con él, ayudarle es uno de mis más grandes deseos y ciertamente lo hago porque me recuerda tanto a aquel hijo que perdí hace unos años, que siento que me he encariñado un poco más de la cuenta. Esperemos que todo salga bien, que mañana el avión no realice tantas escalas y que al fin pueda dar con el paradero de Kevin después de no saber casi nada durante dos años y medio.

Subí al avión y cerré mis ojos enseguida, el solo hecho de tener que viajar una diez horas me ponía un tanto de mal humor, pero no quería darle tanta importancia al asunto, de pronto se me ocurrió buscar en mi bolso de mano un medicamento para aliviar en algo la jaqueca que me estaba gastando. Empecé a devolver un poco mis cosas y fue ahí cuando ví a Todd aquel viejo oso de peluche que Kevin me había obsequiado la última vez que noss vimos, no pude evitar sonreír y acariciar a aquel juguete con cierta nostalgia, lo deje a un lado y antes de dar con mis pastillas una perfecta foto que tenía junto a Kevin se hizo presente como si el destino algo me quisiera decir al respecto ¿Estará pasando por una mala situación? ¿Estará todo bien en su vida? Quizás solo me estoy preocupando demasiado y no necesito hacer todas estas especulaciones aunque lo cierto es que mis jaquecas siempre me da cuando algo no anda bien del todo.

Saque aquella fotografía para poder observarla más de cerca, y ví a un chico de quince años que a penas sabía de la vida, en su mirada reflejaba miedo y desesperación aunque sus labios sonreian, ahora si analizó esta foto y soy muy sincera conmigo misma no estoy cien porciento segura de que aquella foto haya sido con el auténtico Kevin Wendell Crumb, nada me aseguraba que aquel momento lo pudiese estar compartiendo con Barry o quizás incluso con una personalidad desconocida para mi.

-Es una hermosa fotografía- logré percibir una dulce voz.

-Gracias, si que lo es- comenté viendo a la mujer que me había hablado.

Era una chica joven, diría que uno o dos años mayor que Kevin quizás apenas entraba a sus veinte años y tenía una cara hermosa. Su piel era blanca como la nieve y sus ojos de color verde se tornaban perfectamente con su cabellera roja, tenía pinta de que estaba recorriendo el mundo quizás el estilo Hippie era lo suyo.

- ¿Es su hijo? - volvió a preguntar interesada

- oh no, para nada... No tengo hijos y dudo que algún día los tenga ... Él es uno de mis pacientes- señale observando de nuevo la imagen, a decir verdad si parecía mi hijo.

- ¿Paciente? que interesante! - dijo pareciendo fascinada por algo que yo no quería contar, ni mucho menos entrar en detalles- es muy guapo por cierto ... - susurró manteniendo su mirada en aquella vieja fotografía y pareciendo como casi hipnotizada por esta