El juramento de muerte

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Tad regresó con una sonrisa maliciosa en sus labios y con la gema en sus manos.

- ahora que tengo esto, nada podrá detenerme- susurro, justo en esos instantes Wittacke lo recibió y al notar su mirada llena de orgullo y sed de venganza sabía que las cosas no estaban mejorando.

- amo, que bueno que regreso- se apresuró a decir, por su parte, Tad siguió de largo.

- dile a Mabel que me espere en la sala- y desapareció de su vista. Con un suspiro pesado, voló hacia la habitación de Mabel y tocó la puerta, escuchó a la castaña por adentro y entró.

- ¿Qué pasa, Witt?- pregunto mientras dejaba el pincel en un lado, dudaba de hablar pero aún así lo hizo.

- el amo ya regreso y pide tu presencia en la sala en este momento- Mabel sonrió al oír que Tad había regresado, sin embargo, Wittacke no estaba muy contento que digamos.

- bajo contigo, espérame- fue corriendo a quitarse el mandil y lavarse las manos, ambos regresaron a la sala para ese entonces Tad ya se encontraba ahí.

- los dejó solos- se despidió el mayordomo y con culpa de alejo.

- Tad, que bueno que regresaste- comentó la castaña- ¿Qué tal el viaje?

- cansado, querida Mabel, pero ya estoy aquí y tu regalo está completo- sonrió de oreja a oreja, le enseño la gema dejando a Mabel hipnotizada.

- es hermosa- musitó, Tad sonrió de lado y se acercó a ella.

- ¿Me permites?- hizo un ademán señalando el collar. Mabel asintió y se lo quitó.

Nota: Tad primero necesitaba el collar y luego volvería a ponérselo, así que la promesa de no quitárselo aún está en pie, solo que una excepción en este caso.

El collar abrió paso a la gema y cuando está estuvo en su lugar, se cerró automáticamente tomando color y brilló.

- Mabel, repetirás unas palabras después de mi, ¿ok? Es un antiguo cántico para que estés protegida por los antiguos seres del mundo- sonrió cínicamente, Mabel asintió emocionada.

Tad le colocó el collar a Mabel y luego tomó sus manos y la ayudó a levantarse.

- repite después de mi: Ed al dadirucso, us arbmos- al principio Mabel lo veía gracioso pero luego repitió las palabras del pelivioleta-Ed al zul, us nòicnitxe- el collar comenzaba a tornarse oscuro poco a poco- Led osrevinu, sal asiragelp y ed im adiv, le lanif- una ráfaga de viento pasó alterando un poco el ambiente, Mabel comenzó a sentir escalofríos en su columna- Im amla ne ogeuj atse, im adiv otnorp àrabaca, odnauc le oinomed es etnavel, al Allertse es arallertse- cuando acabo, el collar se tornó por completo de negro y la cadena que antes era delgada se pegó al cuello de la azabache y cambió a ser una cinta oscura y pegada, después de unos minutos en silencio el cascarón comenzó a caer dejando a la vista la gema de color negro con puntos blancos, como el espacio.

Mabel se sintió aturdida por unos segundos, pero luego volvió en si.

- que extraño fue eso- susurro restándole importancia, Tad, por su parte, ya no sonreía con malicia. Mabel sacudió su mano frente a él, para que reaccionara y funcionó.

- ¿Tad?- pregunto- ¿Estás bien?- él le debería preguntar eso a ella.

- ¡Sí! Espero que te guste tu regalo- Mabel asintió energética, le agradeció por milésima vez y regresó a su habitación.

El mayordomo camino hacia Tad, con duda y temor por su reacción.

- disculpe, amo, ¿lo hizo?- asintió, Wittacke suspiro resignado y con pesar- muy bien, pronto esto acabará.

- si... Lo hará.

Mientras tanto con la castaña, ella había vuelto a su pintura.

- que bueno que habían estas cosas en el almacén, me hubiera aburrido de no hacer nada- tocó el collar, y sonrió.

- terminemos con esto- mancho el pincel con la pintura y siguió los trazos de antes.

Cuando finalizo, se alegro de ver que aún conservaba el talento para pintar, un hermoso bosque había en el lienzo, colores vivos y tan reales, se entristeció en recordar cuando ella y Dipper buscaban aventuras en aquel sitio.

- cuando pueda controlar estos poderes, tal vez, pueda ir a verlos- sonrió con esperanza. Dejo el lienzo y se sentó en medio del cuarto, cerró los ojos concentrándose en el silencio.

- Estrella... fugaz, que en el cielo estás- sonrió sintiendo la vibra recorrer su espalda- un deseo pediré, por favor escúchame- abríos sus ojos, estos negros con la pupila rosa- escúchame....- miro sus manos, y trino los dedos, una pequeña llama apareció llamando su atención.

- esto está saliendo mejor de lo que pensé- hizo uno que otros malabares, algunos se salieron de su control y otros mejoraban con la práctica.

No se daba cuenta pero en la gema de galaxia, una luz se extinguía.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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