Laura es tierra, agua, aire y fuego. En ese orden, mezclado o al revés, como quieras. Sea como sea, nadie es nada de la misma manera para siempre, espero que tengas eso presente.
Es tierra porque es bonita y natural; hablar con ella es tan sencillo como hablar con las estrellas reflejadas en el mar. Y sus pensamientos y sentimientos son profundos y fuertes como las raíces de un árbol que, con el paso del tiempo, ha ido perdiendo algunas hojas.
Es agua porque es capaz de sortear las murallas, colarse en tu mente y hacerte creer cosas que puede que (no) sean verdaderas. A lo mejor sólo quiere jugar contigo. A lo mejor quiere que sepas, sin decirlo, que eres lo suficientemente importante para ella como para dedicarte un pedazo de su tiempo.
Es aire porque es etérea. Como el viento, como el sueño, como la risa transportada por ondas que vibran a tu alrededor. Puede que no la veas, pero sabes que está ahí. O se supone que está ahí (esa niña siempre está perdida haciendo trastadas).
Es fuego porque en los días que diluvia y caen nubes enteras del cielo no deja que las llamas se apaguen. No deja que un amigo extraviado se muera de frío a la intemperie. Ni que las personas olviden que aunque el sol brilla, las pequeñas hogueras también proyectan luz en la noche.
Esa es Lau. O al menos puedo decir que esa es mi Lau. La Lau que yo veo y me ve a mí.
Feliz cumpleaños <3