Un día de esos

166 4 2
                                    

Hoy es uno de esos días.

De esos días en los que todo se siente de un modo extraño.

Las cosas parecen distintas, ajenas, irreales… pero sin embargo permanecen exactamente igual a como lo eran ayer, antes de ayer o hace una semana.

Te levantas de la cama, sales a la calle y las luces de un nuevo día te reciben como siempre lo han hecho. Mas hoy, por alguna razón, es diferente.

Subes al autobús, para llegar a tu deseado (o no) destino, y te sumerges en la calidez de la música que tú mismo has escogido y decidido atesorar en tu móvil, mp3 o lo que sea. ¿Por qué no hacerlo? Lo haces todos los días; para algo la pusiste ahí, ¿no? La música es una de las puertas traseras que logra conducirte a casa…

Tu mirada se pierde en el laberinto de lo que te rodea, mientras tú escuchas las canciones que se han convertido en tu obsesión del momento. Puede que sea una lista completamente diferente a la última que escuchaste, puede que todas las canciones sean nuevas a excepción de unas pocas privilegiadas, o puede que no.  Escuchas la letra y parece que relata con exactitud cómo te sientes. En cualquiera de las canciones, en cualquier verso, en cada palabra… te ves reflejado. Y ese es tu mayor consuelo: saber que en algún momento, no importa en cuál o por qué, al menos una persona ha sentido lo que tú sientes ahora. Hoy es uno de esos días.

El paisaje comienza a desdibujarse a medida que la velocidad del vehículo aumenta; y es curioso, porque tu vida, en cierto modo, también se desdibuja con el paso impasible del tiempo. Los recuerdos se autodestruyen, ¿o los destruimos nosotros? Supongo que algunos sí, sobre todo esos que nos hacen sufrir y que preferimos no conservar. Sea como sea, hay días, como hoy, en los que todo parece borroso y oculto tras una vidriera.

Pero no importa, porque esto no es más que una lógica difusa, un día extraño, carente de sentido, un día más de cualquier persona, uno menos de los tres ciento sesenta y cinco del año, un día en el que se piensa en mucho y en nada al mismo tiempo, un día en el que, mientras observamos el hermoso paisaje por la ventana con mirada profunda, nos convertimos en protagonistas de película, un día que seguramente se repetirá en otro momento y que tú vivirás como si fuese el primero en tu vida; este ya no lo recordarás, es lo más probable. Sólo eso. Nada más.

Sí, creo que hoy es uno de esos días.

PuedeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora