YO NO ME DOY POR VENCIDA [ZAYN MALIK] /TERMINADA/

CAPITULO 23

NARRA MINNIE

Le contamos a mis padres la idea que tuve y ellos estuvieron encantados ya que a mi padre no le iba muy bien en el trabajo aquí en mi pueblo.

Zayn contactó con el doctor que me trataría allí en Londres y le dijo que en cuanto llegáramos fuéramos a su consulta para que viera mi historial medico de España y eso hicimos después de arreglar todo el papeleo para poder mudarnos a Londres.

Estaba con Zayn en mi habitación durmiendo cuando de pronto siento un gran dolor en mi entre pierna y me siento mojada.

- ¡AAAH, ME DUELE! -bramé mientras sentía mis lagrimas caer por mis mejillas.

- ¿Que pasa princesa, que te duele? -preguntó Zayn levantándose de la cama y encendiendo la luz.

- ¡Creo que ya viene! -grité llorando.

- ¿Que pasa? ¿Porque esos gritos? -dijo mi padre entrando a la habitación.

- Oh dios santo David, ha roto aguas -dijo mi madre nerviosa -David prepara el coche, Zayn llevala al coche y yo prepararé las cosas de Minnie y de paso avisaré a Daniel -dijo Bonnie rápidamente.

- Vamos princesa -dije y la ayudé a levantarse de la cama y fuimos poco a poco al coche, la acosté en la parte de atrás apoyando su cabeza en mis piernas.

- ¡Vamos! -exclamó Bonnie entrando al coche.

- Zayn amor, no me dejes sola por favor -susurré mientras miraba esos preciosos ojos mieles que tanto amaba.

- No te voy a dejar sola cariño -dijo dándome un beso en la frente.

- Hemos llegado -dijo mi padre abriendo la puerta de detrás para después ayudarme a bajar.

Las horas pasaron demasiado lentas, me dijeron que tenía que dilatar más porque no estaba aún preparada.

- Doctor me encuentro algo mal -dije bastante mareada.

- ¿Que le pasa? -escuché que decía Zayn cuando escuchó que mi pulso iba bajando.

- No lo sé, pero debemos llevarla al quirófano de inmediato -dijo el doctor y ya no escuché nada más porque todo se volvió oscuro.

NARRA ZAYN

- ¡Maldita sea doctor, dígame que le pasa a mi mujer! -exclamé cabreado ya que no sabía que le pasa a mi princesa.

- Está muy débil, al estar con cáncer le ha hecho perder fuerzas y perder el conocimiento, por lo que tendremos que hacerle una cesárea de inmediato o alguno de los dos puede morir, ya que el parto se ha adelantado un mes -explicó el doctor.

- ¿¡QUE!? Por favor haga todo lo que pueda para salvarlos se lo suplico -dije hecho un mar de lagrimas.

- Descuida, no dejaremos que ninguno de los dos se mueran -dijo el doctor para tranquilizarme y se fue casi corriendo junto con las demás enfermeras.

Habían pasado 3 horas y aquí seguíamos, sin tener noticias de mi princesa y de mi hijo. ¿Y si algo malo les ha pasado? No no no... no les puede pasar nada porque si les pasa yo ya no tendría nada más que hacer aquí.

Dios deja de castigarme por favor, se que me he comportado como un completo idiota, pero te ruego y te suplico que no te lleves a mis dos tesoros, no ahora que estaba todo mejorando, ni ahora ni nunca porque yo quiero envejecer a su lado y ver a nuestros nietos crecer y correr por nuestra casa. Te lo pido por favor no te los lleves, no ahora que he cambiado por completo por ellos y por mi salud.

- Zayn, ¿Quieres un café? -me preguntó Bonnie.

- No tengo... -el llanto de un bebé me interrumpió y enseguida vi salir al doctor, el cual nos buscaba con la mirada -Aquí -dije y fui en su dirección.

- Dígame que mi hija se encuentra bien por favor -dijo David mirando al doctor con esperanzas de que dijera que si.

- Todo ha salido muy bien, han habido complicaciones pero ambos están en muy buen estado. Lo único es que su hija tardará en despertarse porque como le dije al señor Malik, ella está bastante débil y la anestesia ha hecho su efecto -explicó el doctor.

- ¡SÍ! -grité feliz y le agradecí mil veces a dios por haberme escuchado.

- Por cierto, su hijo es realmente hermoso, enhorabuena -dijo el doctor sonriendo.

- Gracias, muchas gracias -dije sintiéndome la persona más feliz del mundo.

- ¿Cuando la podremos ver? -preguntó Bonnie.

- Vayan a la habitación 305 y esperen allí que enseguida la suben -dijo el doctor y dicho eso se fue.

- ¿Cómo se encuentra? -preguntó de la nada Daniel, quien traía a Martina en brazos.

- Muy bien, la van a subir a la habitación y nos han dicho que vayamos a esperarla -dijo David.

- ¿A que esperamos? ¡Vamos! -dijo Daniel de lo más feliz.

Llegamos a la segunda planta que era de maternidad, buscamos la puerta 305 y cuando la encontramos la entramos y ahí se encontraba ya mi princesa y al lado en un pequeña cuna se encontraba mi príncipe. Me acerqué a Minnie y le di un beso en la frente para luego acercarme a la cuna y tomar a mi hijo en brazos.

- Hola campeón, soy tu papi -dije pasando mi dedo índice por sus pequeños labios.

- Es igual a ti Zayn -dijo Bonnie poniéndose a mi lado.

- Y a Minnie también, porque esos labios esos ojos tan pequeños son de ella -dije mirando a mi pequeño que tenía sus pequeños ojos cerrados.

- Ven que te haga una foto -dijo Daniel sacando su móvil.

- Que guapos -dijo Bonnie viendo la foto y sonriendo orgullosa.

- Realmente es precioso -dije refiriéndome a mi hijo.

- Hicisteis un buen trabajo -dijo David y enseguida mis mejillas tomaron un color rojizo.

- Gracias -respondí algo avergonzado por lo que dijo.

- Mi bebé, ¿Cómo está? -preguntó Minnie de golpe.

- Está aquí, lo tengo yo princesa -dije sentándome a un lado de la cama para que lo pudiera ver.

- Mi amor...eres precioso y te pareces mucho a ti papi -dijo Minnie tomándolo en brazos.

- Es realmente hermoso mi amor, no sabes lo feliz que me haces cada día -dije y le di un pequeño beso en los labios.

- Te amo amor -dijo Minnie sonriendo y tomándome de la mano.

- Sonreír, voy hacerles una foto -dijo mi suegra feliz como cuando le dan un regalo a una niña pequeña.

Me acosté un poco al lado de Minnie sin hacerle daño y sonreímos los dos mirando a la cámara.

En ese mismo momento sentí que lo tenía todo y que no me hacía falta nada más para ser el hombre más feliz del mundo y que había valido la pena cambiar y limpiar mi cuerpo por completo por esas dos personas que ahora me hacían mucho más feliz que antes, que ya era decir.

Minnie le tocó estar dos noches aquí en el hospital de Dénia, por lo que nuestro vuelo saldría el sábado a primera hora de la mañana, el médico nos arregló todos los papeles de Minnie y de Javadd para luego poder dárselo a mi médico de familia el cual sería el mismo para ellos dos.

Y de lo único que estaba seguro es, que no tenía ni idea de ver la suerte que tuve al conocerla...