21.Soy todo tuyo.

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Narra Emilia.

Éste fin de semana Claudio y yo haremos la exposición de Humberto, debo de confesar que me encuentro muy nerviosa, ¿por qué? porque no sé con certeza ¿dónde haremos el trabajo?,me dará un infarto si dice que en mi casa, no porque mi casa sea humilde, al contrario me siento muy orgullosa de mi origen pero, me refiero a que el no sabe de la existencia de Martina, o bueno en parte si.

El piensa que ella es mi primita, eso fué lo que yo le hice creer por miedo a su rechazo, ya que en ese entonces el estaba embobado con Antonia.

En fin, creo que es mejor que lo hagamos en mi casa, el trabajo claro, no sean mal pensados.

Tal vez lo mejor sea que el se entere de la verdad lo antes posible, si dejo pasar más tiempo sin contarle que tengo una hija su enfado será mucho más grande y creo que lo lastimaría por no serle completamente sincera.

Ya es Viernes, el último día de clases de la semana, y tengo miedo a como pueda reaccionar Claudio cuando le cuente la verdad, pero tengo que despejar mi mente y tratar de concentrarme en las clases, bastante me he distraído ya con mi salame.

Me encuentro en mi habitación, arreglándome para dirigirme al salón de clases, como siempre las bobas de Antonia y Machu se encuentran haciendo sus rutinas de ejercicio por el LIKE, para mantenerse en forma, sinceramente no creo que les haga falta, tienen un cuerpo espectacular, son las chicas que más sobresalen en LIKE debido a eso, pienso que es mejor darle una oportunidad a tu cuerpo de ser libre con respecto a hacer lo que te haga sentir cómoda y no estarte torturando con dietas estrictas y esas estupideces, ante todo debes aceptarte tal y como eres, debes aprender a amarte a ti antes que a cualquier persona.

Termino de guardas los libros en mi bolso, dispuesta a salir hacia el salón cuando lo veo recargado en el marco de la puerta observándome con esa perfecta sonrisa, sí, es Claudio.

-¿Hace cuánto estás aquí?-pregunto un tanto apenada.

No sentí su mirada encima mío, dicen que sueles sentir las miradas de alguna persona, en especial si ésta tiene algún problema contigo.
Tal vez por eso no me dí cuenta que me miraba, el sería incapaz de hacerme daño, me lo ha demostrado por eso quiero  contarle ya todo lo que le he ocultado.

-Hace media hora aproximadamente, te ves tan hermosa guardando incluso unos simples libros-me dijo todo tierno.

Se acercó a mi, me agarró de la cintura y me apegó a el, colocando uno de mis rebeldes mechones detrás de mi oreja, sonreí como tonta ante ese acto.

-Eres tan lindo-dije con una voz estúpida, tal vez sea el amor, el qué está actuando en mí.

-Vos sos linda amor-
-Te ves muy linda sonrojada-dijo el.

¿Enserio?Malditas mejillas, seguramente están coloradas en éstos instantes, solo atiné a sonreírle de lo apenada que estoy.

-Yaa, deja de decirme esas cosas,me pones nerviosa-le reproché.

-No hace falta hablar para ponerte nerviosa a vos bonita-

-Eres un tonto-

-Sii, yo sé que soy un tonto, pero éste tonto te encanta- sentí como mis mejillas seguían ardiendo en calor.Solo rodeé los ojos.

-Ya basta-dije riéndome.
-¿Qué haces acá?¿Ehh?-pregunté curiosa.

-Quize pasar a darle un beso al amor de mi vida, ¿no puedo?-preguntó el.

-Solo hay un pequeño problema-

-¿Ah sí?¿Cuál?-preguntó con esa sonrisa que me derrite al instante.

La correcta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora