Capítulo 3.

1K 125 83
                                    

Luego de que Se Hun se sentara con ellos, la carta fue llevada para él, escuchando que pedía uno de los platos que Min Ho había leído estar entre los más costosos del restaurante, dejando claro que ahí de los tres era el hombre de más dinero, y recordándole una vez más que debía de comportarse, porque si hacía enojar a ese hombre podía causar que Taemin se quedara sin trabajo.

—Papi —Ha Seul haló la manga del abrigo de Taemin —baño.

—Me disculpan un momento —dijo colocándose de pie y tomando la mano de su hija.

Tanto Min Ho como Se Hun siguieron con la mirada la figura de Taemin y la niña hasta que ya no estuvieron más a la vista, y luego un silencio incómodo se formó entre ellos, porque Lee era el único medio de conexión que había entre ellos.

—Min Ho —habló con confianza Se Hun —imagino que Taemin ya te contó que será el gerente general de la empresa.

Las cejas de Min Ho se alzaron por la sorpresa, porque su esposo no le había dicho nada de eso, y en realidad no sabía la razón porque le parecía que Taemin le tenía la suficiente confianza como para hablar de ellos.

—No me ha comentado nada —se removió incómodo en la silla.

—Oh, pensé que estaban celebrando aquí —él sonrió, haciendo que Min Ho se sintiera repentinamente molesto —imagino que estará esperando el momento preciso para decírtelo.

—Tal vez...

No tuvieron que intentar socializar entre ellos cuando la camarera llegó con todos sus pedidos, salvando a Min Ho de esa incomodidad, y poco después tener de regreso a en la mesa a Taemin y su hija fue mejor, siendo el rubio quien se encargó de colocar una servilleta alrededor del cuello del abrigo de su hija que se colocó sobre sus rodillas para alcanzar mejor a la mesa.

—¿No sería más conveniente pedir una silla de niños para ella? —inquirió Se Hun.

—¿Las tiene aquí?

Taemin miró a su alrededor buscando una, no todos los restaurantes las tenían, aunque debía de suponer que el lugar las poseía, así brindarían mayor comodidad a sus clientes que tuvieran hijos pequeños.

—Sí, iré a pedir una.

—No es...

—No es un problema para mí.

Se Hun se levantó de la mesa dejándolos solos otra vez, y Taemin sonrió mientras veía su plato con comida, y luego centraba su atención en su hija, porque a pesar de que ella ya tenía tres años, todavía era pequeña en la mesa, y les servía mucho.

—Taemin —llamó Min Ho —¿por qué no me dijiste que serás el gerente general de la empresa?

La sonrisa de Taemin disminuyó un poco, porque no pensaba decírselo a su esposo, no todavía, y al parecer dejarlo solo con Se Hun no había sido lo mejor, aunque eso no tenía nada de malo que se lo hubiera dicho a Min Ho.

—Porque acabo de enterarme ayer —las cejas de Min Ho volvieron a alzarse —la junta era para eso y... todavía no es algo oficial, quiero decir, me lo han dicho a mí, pero nadie más lo sabe, no quería festejar y que todo terminara cambiando luego.

Min Ho entendía a su esposo y no podía enojarse por eso, y a pesar de todo le hubiera gustado que le dijera sobre la posibilidad de ser el gerente general, cuando antes llegó a creer que no obtendría el puesto a pesar de que lo veía esforzarse mucho en su trabajo, siempre había sido alguien muy responsable con eso, sin embargo, por los años de servicio otras personas deberían de tener el puesto.

—Pero...

Min Ho no continuó cuando vio Se Hun acompañado de un camarero que llevó la silla para su hija, volviendo la cena a algo un poco más incómodo, pero no pudo quejarse, intentando ser lo más amable que pudo, y escuchando como su esposo y el hombre en momentos sacaban temas de negocios con los que él no estaba familiarizado como para poder opinar, y luego parecían recordar que esa cena estaba lejos de tratarse de una de trabajo incluyendo a Choi en la conversación.

EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora