Taemin miró su imagen en el espejo, su cabello rubio caía perfectamente peinado sobre su frente, cubriendo un poco sus cejas y él se encargó de colocar un poco de bálsamo en sus labios porque esa noche quería verse un poquito más bonito que todos los días, ya que se trataba de la fiesta de aniversario de la empresa.
Escuchó el timbre de la casa sonar pero no le prestó mucha atención, seguro de que su esposo iba a abrir. Se vio una vez más en el espejo, seguro de que no hacía falta nada más cuando escuchó la puerta de la habitación abrirse y vio a Min Ho entrar.
—La niñera acaba de llegar —le fue informado.
—Llega tarde —se giró para ver a Min Ho.
—Sólo fueron cinco minutos.
Las cejas de Taemin se alzaron con aburrimiento y Min Ho sabía que eso era un caso perdido, su esposo era un poco obsesivo con la puntualidad y, hasta casi le escuchó diciéndole a la pobre chica que su paga iba a ser menos por llegar tarde, aunque él esperaba no tener que pasar por esa situación vergonzosa.
—Min Ho, ni siquiera te has peinado.
Min Ho pasó los dedos por su cabello y luego agitó su cabeza, volviendo a desordenar su cabello, sabiendo de inmediato que ese no era el mejor peinado para esa noche, no cuando Taemin lo miraba reprochándole que hubiera hecho eso, teniendo que tomar una peinilla y pasarla por su cabello, para luego mirar a su esposo como pidiendo su aprobación, y como parte de ésta recibió un casto beso en sus labios.
—Estás mejor así, te ves más guapo, y demasiado sexi con ese traje.
—¿De verdad?
Intentó acercarse a Taemin pero el rubio caminó hasta el otro extremo de la habitación para tomar su billetera y guardarla dentro de su pantalón, dejándole claro a Min Ho que si buscaba perder más tiempo ahí era algo imposible, su esposo no cedería.
—Vámonos antes de que se nos haga tarde.
Cuando bajaron las escaleras, pudieron ver en la sala de estar a Ha Seul, y a una chica, la que de inmediato Taemin supuso que se trataba de la niñera, quien cuidaría de su hija por esa noche ya que no podrían llevarla con ellos, no porque no estuvieran permitidos niños en la fiesta, sino que ella iba a dormirse en un par de horas más, lo que terminaría interrumpiendo la noche, así que contratar una niñera era la mejor opción.
—Ha Seul —llamó la atención de la niña que corrió a él que la tomó en brazos —recuerda ser una buena niña hoy, ¿sí?
Ella asintió y extendió sus labios para dejar un beso en la mejilla de su papá Taemin, y después pasar a los brazos de Min Ho, que también le dijo que se fuera una buena niña y se acostara temprano, mientras escuchaba a su esposo dar indicaciones a la niñera sobre la hora en la que su hija iba a dormir, además de que no podía darle golosinas antes de enviarla a la cama.
Luego de despedirse, los dos fueron al viejo auto que Taemin esperaba pronto cambiar y partieron a la fiesta de la empresa, en un trayecto bastante silencioso porque esa noche el rubio no parecía querer hablar mucho, y no fue algo que le sorprendió a Min Ho, porque a veces su esposo solía ser de cierta manera que él podía entenderlo sin palabras.
Cuando llegaron al salón de eventos, Min Ho entregó las llaves para que el auto fuera estacionado y segundos después estuvo al lado de Taemin, quien se sujetó de su brazo para entrar, sonriendo a su esposo cuando éste alzó sus cejas, un poco sorprendido porque no pensó que el rubio iba a querer entrar de esa manera con él, como si fueran la pareja del año a la que todos tendrían que volverse a ver.
Y claro que lo hicieron, más de una mirada estuvo sobre ellos, y Taemin pareció sólo apegarse un poco más a él, como si estuviera presumiendo cuando algunas de las mujeres presentes habían comenzado a hablar entre ellas, porque para el rubio no estaba bastante claro que algunas de sus compañeras consideraban guapo a su esposo, y que era una lástima que ya estuviera casado.
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Equivocado
FanfictionLos matrimonios perfectos no existían, siempre había una discusión, algo en lo que no estarían de acuerdo, entonces, ¿por qué su matrimonio parecía perfecto?, ¿por qué a pesar de sentirlo así él seguía equivocándose?, porque su esposo no merecía lo...