Capitulo 18

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—Buen día, chicas. Es hora de levantarse.

—Enfermo, pero, educado—Dice Alexia.

—Una chica que trabaja con nosotros hace años les enseñará cómo usar el tubo y dejar locos a los clientes. Pónganse su lencería y síganme.

*Narra Aarón*

—Hola, Ximena.

—Aarón, ¿cuándo piensan sacarme de aquí?

—Ya te dije, cuándo sepamos qué no tienes que ver con el secuestró de Abi, lo cuál, se te va a complicar porque ya le dije al oficial qué fueron unos hombres a visitarte a casa y preguntaron si Abi era virgen y te dijeron que era hermosa.

—¡¿CÓMO PUDISTE AARÓN? ellos son sólo unos viejos amigos de la secundaria.

—Si en realidad lo eran, saldrás pronto.

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—Hola, Engel. ¿Cómo has estado?

—Mal. ¿Aún no hay noticias de Abigail?

—No, lamentablemente, no. La extraño tanto.

—Yo también, Aarón. Pero, yo, Engel Cooper, prometo que cuándo recupere a Abigail, jamás la dejaré estar lejos de mi, nadie podrá dañarla, Aarón.

—Eso es digno de un campeón. Ojalá y podamos encontrarla.

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*Narra Abigail*

—En los últimos dos días si que me traumado, cómo esa mujer baila en el tubo, cómo si fuese algo lindo y divertido mientras decenas de hombres la miran y le lanzan dinero —Dice Abigail con repugnancia—. Es una completa tonta.

—Eso es lo qué nos espera, Abigail, además, no me parece tan malo; tú bailas y ellos te dan dinero, tú los complaces y te dan dinero. A mi me parece bien —Dice Camila y se encoge de hombros.

—Esto es increíble. ¿Te parece bien que debas exhibir tu cuerpo? Y ¿Para qué? ¿Para qué un grupo de depravados y enfermos, qué, probablemente tienen una familia que los espera en casa, te arrojen dinero o le digan al jefe, o a uno de los que trabajan con él, qué te dan más dinero si, simplemente, te acuestas con ellos? Tú eres peor que ellos, Camila.

—Escúchame, Abigail, mis instintos me dicen que tú no tienes más que 17 o 18 años y por eso aún no sabes lo bueno que es esto. El sexo y el dinero son las mejores cosas que existen en el mundo; y cuándo esas dos cosas se juntan y hacen solo 1, es una gran oportunidad. Así qué, deja de ser una mocosa y disfruta de las oportunidades qué te brinda el mundo.

Abigail se levanta molesta y le da una bofetada a Camila y esta responde con lo mismo. Abigail y Camila empiezan a pelear y en medio de la pelea Camila estrelló a Abigail contra la pared, Abigail se golpeó fuerte la cabeza y cayó inconsciente. Los gritos provenientes de las otras tres chicas mientras Abigail y Camila peleaban llegaron a oídos de la serpiente y éste llegó corriendo a la habitación.

—¡¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Por qué Abigail esta tirada en el suelo?

—Intentaba explicarle a esta mocosa la gran oportunidad que la vida le está ofreciendo de acostarse con personas a cambio de dinero, ella se alteró y me atacó; empezó a golpearme y tuve que defenderme. Por accidente, cayó al suelo y se golpeó con el borde de la pared, ¿Verdad, chicas? —Las otras chicas asintieron.

—Ay, Dios mío. Hay que llevarla a la enfermería. Ahora vuelvo.

La serpiente se llevó a Abigail a la enfermería. Cuándo ella despertó, contó su parte de los hechos y los hombres no sabían a quién creerle.

—Le pediré a uno de mis hombres que te lleve a otro cuarto dónde tenemos a otra chica, la trajimos ayer, es muy hermosa. Espero que con ella te lleves bien y no se peleen. Serpiente, llévala al 321.

La serpiente lleva a Abigail al cuarto que mandó el jefe; al entrar, Abigail ve a la chica y queda en shock; se pone pálida, su cuerpo suda y su corazón va a mil.

—¡¿OLIVIA?!

—¡¿ABIGAIL?!

Te odio, MAMÁ. | #Wattys2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora