Engel y Aaron van rumbo a la armería, ambos están nerviosos, es una decisión algo arriesgada, pero, por Abigail, ellos son capaces de todo.
—Buenas tardes, Mike —Dice Aaron al entrar, saludando al dueño del establecimiento.
—Buenas tardes, Aarón. ¿Que los trae por aquí?
—Vengamos a por un par de cosas.
Caminan por todos los pasillos de la armería, tomando cosas que, creen, podrían servir en la búsqueda de Abigail. Tomaron palas, escopetas, un rifle, municiones para ambas armas, sogas, cadenas gruesas, extintores y hasta un bidón de gasolina.
—¿A dónde vas con todo esto, Aaron? Obviamente, no es equipo de caza.
Aaron y Engel quedan paralizados. Se miran entre sí sin saber que responder.
—El rifle y las municiones de este son de ellos, el resto es mío, es una prueba que haré. Ya sabe... experimentos de hombres.
—En ese caso si, señor. En un momento le facturo todo eso.
5 minutos después, el dueño del establecimiento les entrega una factura. Los chicos se suben al auto con el señor que se hizo responsable de su compra.
—Papá, ¿porque lo hiciste? —Pregunta Engel —¿Y cómo supiste que estaríamos aquí?
—Engel, hijo. ¿Crees que no los escuché hablar? Eres mi hijo y él es el hermano de tu novia. Nunca te había visto tan feliz con una chica cómo lo estás con Abigail, y por la felicidad de mis hijos, yo soy capaz de cualquier cosa.
—Gracias, Papá —Dijo Engel con lagrimas en los ojos.
—Gracias, Señor. Es usted una grandiosa persona. Cuándo encontremos a Abi, quiero que ustedes se conozcan y que ella sepa que usted fue el único que nos ayudó en su búsqueda.
Aaron, Engel y el padre de Engel, se dirigen a un café para platicar cómo, cuándo y qué harán para iniciar la búsqueda de Abigail.
—Entonces, chicos... ¿Qué tienen en mente? —Pregunta el padre de Engel.
—Pues... quizá Aaron tenga algo en mente, porque, a mi, no se me ocurre nada.
—Bueno, pienso que primero iniciemos una búsqueda en cada burdel que haya en la ciudad, nos vamos a dividir. Cada noche, cada uno de nosotros, irá a un burdel diferente, pedirá una chica, de preferencia virgen, y va a describir a Abigail. Con suerte, algún día, a alguno de nosotros, nos presentarán a Abigail.
— ¿Y si por casualidad, al primer burdel que vamos, nos presentan a Abi? ¿Qué hacemos? —Pregunta Engel, escondiéndose de hombros.
—Buena pregunta, Engel —Dice su padre—. Yo la voy a responder... iremos con bigote falso y algo que nos haga parecer otra persona, así ella no hablará. Una vez estemos con ella en una habitación, le diremos quienes somos. Ella no deberá decirle nada a esas personas, deberá salir muy feliz de la habitación para poder disimular, deberemos decir que nos encantó el servicio de ella, aunque solo hablemos de cómo sacarla de ahí. Iremos más seguido y cada uno de nosotros irá diferentes días. Así podremos saber de ella, y, si preguntan, los demás supimos de ella porque somos colegas y la recomendamos entre sí.
—Es un plan... GENIAL —Exclama Aarón, golpeando la mesa. —Sólo hay un problema...
—¿Cuál?
—¿De dónde sacaremos el dinero para ir a los burdeles? Un rato con una prostituta, en un burdel, es algo un poco elevado de precio, y, si iremos a todos los burdeles de la ciudad, necesitaremos un buen capital. Digo, tengo trabajo y gano bien, pero, no creo que alcance para los tres.
—Tengo ahorros, eran para mi universidad... pero, en estos momentos, Abigail es más importante.
—Yo también tengo ahorros... y muchos... podría utilizarlos.
—Ustedes son lo máximo, muchísimas gracias.
—No hay de qué, Aarón. Encontraremos a tu hermana sana y salva. Abigail volverá a casa con su familia, volverá a estar con mi hijo y todos seremos felices.
ESTÁS LEYENDO
Te odio, MAMÁ. | #Wattys2019
Teen FictionElla es Abigail Miller. Es la típica chica de clase media, no muy popular en la secundaria. Luego de la separación de sus padres, Abigail, deberá luchar con la seria de sucesos que la esperan. Abigail, va a aprender qué el mundo no es lo que ella c...