Sacrificio De Amor

Capitulo VI

Dos días después......

—Date prisa Candy, tenemos exactamente una hora para llegar a la oficina.

—Albert, ¿es necesario que yo asista?

—Por supuesto, ademas de ser mi asesora de finanzas eres parte de las Empresas Ardley y todo lo que tenga que ver con las inversiones te concierne.

La rubia resopló —esta bien tu ganas, aunque la verdad no quiero dejar solos a los niños.

—Ellos estarán bien cuidados, tampoco es como si Dorothy no cuidara de ellos.

—Si lo sé, pero es mucho trabajo para ella sola.

—Deja de poner excusas, sabes que Anthony vendrá en una hora y podrá ayudarla llevándolos al parque.

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En las Empresas Grantchester, Letty afinaba los últimos detalles de la junta directiva que se llevaría a cabo ese día.

—Karen, agradezco tu ayuda —le decía al tiempo que ambas colocaban las carpetas con los informes financieros en los respectivos lugares —. sé que este es tu último día en la empresa y la verdad te deseo lo mejor.

Karen era amiga de Sofia Grantchester y esta última le pidió a Terry que le ayudará mientras la joven conseguía empleo como maestra en alguna escuela o guardería cercana.

—Gracias Letty —respondió la chica sonriendo —hace dos días Sofia me avisó que había una plaza en la escuelita que se encuentra a unas cuadras de aquí, fui a la entrevista ayer y me dieron el puesto, así que podré poner en práctica mis habilidades como maestra, sabe, mis padres se molestaron conmigo cuando les dije que estudiaría magisterio, ellos querían que estudiara medicina, pero eso no es lo mío —dijo haciendo una mueca de desagrado —amenazaron con congelar todas mis tarjetas si los
desafiaba —se encogió de hombros —no me importó —salí adelante con mi propio esfuerzo y cuando ellos vieron mi determinación no les quedó mas que aceptar mi decisión; aun cuando regresé a casa, no dejé este empleo que me sostuvo durante aquellos meses difíciles y la verdad ha sido muy placentero aprender el valor de las cosas.

—Me da gusto que lo hayas disfrutado —le dijo la eficiente secretaría palmeándole el hombro a la joven castaña.

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Todos los socios comenzaron a ocupar su respectivo lugar en la sala de juntas, Terry sentía que su corazón se saldría de su pecho en cualquier momento, Candy estaba a su lado izquierdo junto a Albert, Candy por su parte sentía una opresión en su pecho como si presintiera que algo sucedería; aquella sensación no la abandonó ni un solo minuto durante toda la junta directiva la cual se desarrolló sin ningún contratiempo.

Uno a uno los socios abandonaron aquella sala hasta quedar reducida a tres familias:
Grantchester accionistas mayoritarios, Ardley el segundo en mando y Marlowe uno de los accionista minoritario.

Richard Grantchester se acercó a Candy para finalmente saludarla después de tantos años, realmente se alegraba de que la joven hubiese decidido regresar, habían muchas preguntas por hacer, pero ese no era ni el lugar ni el momento.

—Me dio gusto verte nuevamente Candy, Eleonor estará complacida si la visitas un día de estos —le susurró al oido mientras se despedía de ella con un abrazo.

—Claro —respondió ella en un hilo de voz.

La puerta de la sala de juntas se abrió dando paso a la fastidiosa heredera Marlowe.

—Un momento —dijo llamando la atención de todos los presentes.

—¿Que se te ofrece Susana? —cuestionó Richard.