CAPÍTULO 21

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emma

Cuando termine de almorzar me quedé sentada un rato en la mesa a pesar de que el personal se haya llevado todo. Estaba tan aburrida. No tenía a nadie con quién charlar. Ni siquiera mi hermana.

Me preocupaba como podría estar. En donde estaría.

Suspire, bajando mi cabeza hasta que chocó contra la mesa. Si sigo así me volveré loca. Terminaré hablando con las paredes o las sillas.

-¿aburrida?- preguntó una voz.

Alce la vista,sin levantar mi cabeza,encontrándome con G.

-siento que me voy a volver loca...- confesé, bajando mi cabeza.

Sus pasos se dirigieron hasta donde yo estaba, tomando asiento a mi lado.

-tal vez te pueda ayudar- murmuro.

Acercó una de sus manos,quitando el pelo de mi cara. Lo miré. Él sólo sonrió.

-a ver.... hay una biblioteca, un sala de juegos,un gimnasio, un cine..- empezó a enumerar.

Me senté recta sobre la silla. Una biblioteca no sonaba mal. Tal vez pueda desperdiciar mi tiempo leyendo algo que me llame la atención. Puesto que el gimnasio no es lo mío. Y la sala de juegos sería deprimente para una sola persona.

-¿dónde se encuentra la biblioteca?- pregunté.

-ven- se puso de pie.

Dude unos segundos si debía o no Seguirlo. Puesto que no lo conocía demasiado. Pero era el único ser humano que interactúa conmigo luego de que fui prácticamente secuestrada por J.

Me puse de pie.

G empezó a caminar,lo seguí.

Subió las escaleras, lo seguí por detrás.

Se adentró al laberinto de pasillos, hasta que abrió una enorme puerta.

-entra- dijo,sereno.

Entré. Sus dedos se dirigieron a un costado de la pared,encendiendo la luz. Abrí mis ojos,ante la enorme biblioteca que había. Con muchos estantes repletos de libros de todos los tamaños. De la otra punta,había una enorme ventana que estaba cubierta por cortinas de color rojo, haciendo fuego con la alfombra. Cerca de la ventana,había una gran mesa donde había algunos libros y al costado de esta había un hermoso sofá de color rojo también, donde uno podía tomar asiento y pasar toda la tarde leyendo sin que te duela el trasero.

-vaya...- solté, asombrada.

Me dirigí a uno de los estantes,pasando mis manos por millones de títulos. Era magnifico.

-para ser sincero- dijo G,mientras cerraba la puerta -este también es mi lugar favorito-lo mire.

¿Qué mafioso le gustan los libros?.  Esto era sorprendente.

-¿de verdad?- pregunté,encaminandome al otro estante.

-claro- me siguió, tocando los libros que yo ya toque - no soy como mis hermanos- negó -digamos que soy la parte... cursi de nuestra sangre- río.

Lo mire y sonreí. No era cursi,era amable,caballeroso y respetuoso.

-eso me agrada- confesé.  Mire un libro que me llamó la atención y lo saque con sumo cuidado.

-¿te agrado?- preguntó.

-me agradan las personas amables- acepté.

-bueno... tu también me agradas- confesó.

CAERÁS, MI MAFIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora