CAPÍTULO 28

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Arrugue su camisa entre mis dedos, hundi mi cabeza en su pecho, y cerré mis ojos con fuerza mientras los gritos de dolor de la chica era cada vez menos, hasta que desaparecieron.

Ya terminó.

-¡wooo! ¡esto esta bueno!- exclamó H.

Alce mi vista, llena de miedo, encontrándome con la mirada divertida de J.

-¿Ya pasó?- le pregunté,con miedo de mirar la pantalla.

J, amplió su sonrisa. Mientras sus ojos iban de un lado hacia el otro de mi rostro.

-si- afirmó.

Aliviada, volví a mirar la pantalla.

Mi segundo gran error.

-¡ahhh!- grité otra vez llena de pánico al comprobar que nada había terminado.

J, me mintió. Y se estaba divirtiendo con eso.

Lo mire con ganas de matarlo. Nadie se mete con mis miedos. Le di un golpecito en su hombro para que parará de reírse de mí. Así es, J se estaba riendo de mi rostro lleno de pánico.

- No es gracioso...- refunfuñe como si fuese una niña pequeña. Y me crucé de brazos, enojada.

Él,acercó más sus labios a mi oído de modo que lo pueda escuchar hablar.

-deberías ver tu cara..- susurró, divertido.

Cerré mis ojos con fuerza cuando un hermoso y cálido escalofrío recorrió toda mi columna vertebral a causa de la armoniosa y ronca voz de J. Sentí su aliento chocar contra mi mejilla, despertando mi corazón. Esto es lo que más temía.

La cercanía de J.

Es como si todo mi cuerpo se activará ante la cercanía del suyo.

Es como si mi cuerpo, despertará ante el calor del suyo.

Lo empuje, suavemente, para alejarlo. Sino, perdería la poca dignidad que me queda.

Sino

Terminaría por  arrebatarme el corazón.

Me bajé de la cama, calzandome unas pantuflas. No podía seguir aquí,por dos razones. La primera,no me gustan las películas de terror. Y la segunda, no quería abrazar a J con cada susto que me pegué.

Abrí la puerta de mi habitación, para comenzar a caminar por los fríos y solitarios pasillos de la gran mansión.

Esta mansión era mucho más grande y amplia en comparación con la que anteriormente vivíamos con mi padre. De seguro que el padre de H,G y J, era muy rico. Uno de los mafiosos más poderosos de todo el mundo.

Era.

G, me contó que su padre falleció hace un par de años, fue una muerte reciente. También me comentó, que las únicas madres que aún siguen vivas es la de H y la de él.

La madre de J murió cuando él apenas era un niño. Por lo que me imaginó que tuvo una infancia muy difícil con una padre que poseia a otras mujeres.

Debió ser muy duro para J.

-¡emma!- me llamó alguien.

Di media vuelta, encontrándome con J que corrió hasta alcanzarme. Se detuvo a unos cm de mi, colocando sus manos dentro de los bolsillos posteriores de su pantalón. Sus labios se curvaron en una pacífica sonrisa, como si tratará de demostrar que no era un peligro. Que vino en paz.

A hacer las pases.

-Hola- saludó.

Mi mirada se encontró con la de él, confundida. ¿Por qué me saluda?. Nos vimos hace no más de 2 minutos en mi habitación.

CAERÁS, MI MAFIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora