La primera en sentirlo fue Mikoto, ella estaba fuera de los terrenos de su familia cuando sintió una punzada en su corazón y una opresión, era como si su cuerpo intentará destruirse a si mismo.
Fugaku detuvo la reunión de inmediato y trato de auxiliares cuando Mikoto no pudo seguir ocultando lo que sentía, y quien siguió fue él, un fuerte dolor vino a su cabeza y la imagen de sus líderes apareció en su mente con claridad pese al dolor.
Se movieron lo más rápido que pudieron, pero cuando estuvieron 100% lúcidos se dieron cuenta de que Minato y Kushina habían muerto.
La tristeza los invadió, pero no debían demostrarlo, ya que ante los ojos de Konoha ellos ya no pertenecían a la manada de Minato.-¿Fallecio?-pregunto Fugaku mentalmente a su esposa y ella negó con la cabeza.
-El cachorro vive - respondió Mikoto.
Fugaku sintió muchas cosas al oír eso
Terror , Ira, alivio y pena. Se sentía impotente por no haber protegido al líder y la segunda de su manada, pero a la vez estaba feliz de que él pequeño niño que había sido esperado durante tanto tiempo estuviera a salvo.Los días en que no se les permitió ver a Naruto fueron un infierno, pues el niño estaba en aislamiento y continuamente vigilado por los doctores.
Mikoto había sentido varias veces en mitad de la noche la soledad en la que se encontraba el pequeño, pues no tenía olores que identificará como los de sus padres y eso provocaba que el mismo liberará feromonas en un intento de calmarse.
Fue Mikoto quien convenció a los demás miembros de la manada para que se reunieran e hicieran algo respecto a Naruto, pues las leyes eran claras, cuando un cachorro quedaba huérfano su tutela pasaba a manos de la manada a la que sus padres pertenecieran.
- Podemos pedir su tutela, es nuestro derecho- dijo Mikoto.
-¿No te das cuenta de que eso es peligroso?
- Minato y Kushina ya no estan- dijo Fugaku - La orden ya no tiene validez.
- Esto puede afectar a nuestros hijos, ¿No piensan en ello?
Los Uchiha suspiraron, sabían bien que Hiashi pese a ser un Alfa y él líder de los Hyūga aún era un ser temeroso.
- Es por eso, nosotros somos una manada destinada.¿No crees que nuestros hijos tienen mayor posibilidad de serlo también?
- En eso tienes razón- dijo Hana interviniendo por primera vez en la conversación - Pero entenderán que llegamos a un acuerdo por algo, la gente temía de lo que pudiéramos hacer.
- Corrección, las otras manadas nos temían.
Y es que durante su etapa de Shinobi eran temidos por muchas manadas rivales, pues las habilidades que desarrollaban se volvían cada vez más poderosas y amenazaban los puestos de varios Alfas.
Por ello se les ordenó disolverse,pero no lo hicieron en verdad, solo lo aparentaron, porque no eran capaces de traicionarse de esa forma y abandonarse nunca era una opción.
- Pero Ya no - dijo Fugaku - tenemos poder e influencia dentro de Konoha, no es necesario que lo ocultemos.
- Nosotros no podemos tener a Naruto-dijo Hiashi - Mi hija Hinata es una Omega enfermiza y cualquier alteración podría dañarla.
- Eso lo sabes bien Mikoto, tú me atendiste en el parto - dijo Hana.
Mikoto asintió, Hinata era una Omega muy peculiar, su aroma era aún inmaduro hasta para un bebé y por ello solo estaba rodeada de sus familiares más cercanos, a sus 4 meses aún no se estabilizaba y no se había descubierto el motivo.
- si viene con nosotros su fuerte aroma dañaría a Hinata - dijo Hiashi.
- En ese caso nosotros tomaremos su tutela, pero ustedes no evadiran su responsabilidad.
...
Continuará...