Alfa

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   Hoy sería un día especialmente largo, no lo digo porque sea lunes, o porque aun no ha comenzado a salir el sol y ya debo estar saliendo para arribar a la escuela a tiempo.

    Debo ser así de pulcra en mi apariencia y en mi modo de actuar para evitar a toda costa la expulsión, no es que hayan motivos, pero de lo que estoy segura es que los están buscando, solo hace falta que me descuide una vez, solo hace falta un error, y todas las entidades académicas concluirán en que ya no podré asistir al establecimiento.

   Ya era mi último año en la secundaria, y a estas alturas había perdido totalmente la esperanza de que el colectivo frene al verme intentar tomarlo, por lo que una se resigna a caminar, hubo un momento en el que pude conducir una bicicleta, pero, por alguna razón que no comprendo, tambíen es peligroso que yo conduzca hasta este inofensivo vehículo.

    No me preguntes las razones específicas, a decir verdad no las sé. Pero no hace falta ser muy listo para notar la raíz de todos los males. Ser un Alfa.

    Con el tiempo una se acostumbra, a perder el nombre, a ser llamada "Eh, Alfa" en el mejor de los casos, a vivir a "Una distancia prudencial de la civilización", a usar "Reguladores de perturbaciones", a las miradas, a no pertenecer, a cuidar cada una de sus acciones para que estas no sean malinterpretadas como una amenaza o "Una muestra clara de que es más animal que persona". A agradecer que tus cautivadores no hayan encontrado la manera de encerrarte, todavía.

   Y aunque siguen habiendo cosas a las que es imposible acostumbrarse, una termina aparentando que lo hizo, pierde la sonrisa, todo rastro de expresión. Solo vive porque respira.

   Pero, esas no eran las razones por las cuales este sería un día excepcionalmente largo, no señor, este día haría parecer a todos los otros días un parpadeo.

   Mis ojos ya guardaban rastros del día de ayer, domingo de redada, declarar, ya por millonésima vez que una no había estado implicada en lo más mínimo en lo ocurrido el sábado, pero, aún así, solo habían pasado cuatro horas desde que habían comprobado, nuevamente, que yo no sabía nada. De esto no sería la  primera vez, y mucho menos la última, lo que a mis trece años me había definido Alfa me había declarado culpable un sinnúmero de delitos también, y una solo podía tragar fuerte, y esperar que los múltiples pinchazos a la naturaleza de una no la despertaran, aunque esa fuese la intención, aunque ese fuese el motivo.

   Mi amiga no había salido aún, y para muchos una debería considerarse dichosa de ya haber salido. Pero nunca sentí la prisión irse de mi, ahí estaba, trataba de engañarme con lo azul del cielo, trataba de embaucarme con lo verde del pasto, pero solo era una capa de pintura sobre el gris, una ya podía ver a través del espejismo.

   Siento la mirada del oficial que "discretamente" me observa, y sé porque solo no me disgusta hacer mi camino a la escuela mientras todos duermen.

   Por una simple y única razón, mientras no haya miradas, no soy culpable de ningún crimen.

   A la hora de mi llegada la escuela todavía está cerrada, o eso cree la mayoría. Un anciano me muestra lo contrario, él es igual que yo, él sabe porque estoy mucho antes de que las campanas me lo obliguen, y abre todo para que llegue a mi salón, casi no hablamos, pero esa conversación silenciosa se siente infinitamente mejor que muchas de las palabras que con frecuencia oigo, y eso nos hace felices.

   Jamás olvidaré la charla mas larga que alguna vez tuvimos:

   "-¿Lo ayudo con algo?

   -Estudia, llega mas lejos que este anciano"

   Y es esa la razón por la cual aprovecho a seguir con mi lectura.

   El tiempo se detiene cuando la mayoría ya se encuentra en el mismo salón que yo.

   El día será largo.

   Este día seré la culpable de cada momento ocurrido el sábado.

   Las miradas ya están en mi y todavía no suena el timbre de entrada.

   Regreso mi mirada al libro.

   Definitivamente un día muy interminable, pero en ese momento ni siquiera pude imaginar cuánto.

   Buenos días, tardes o noches me alegra y me sorprende que hayan llegado aquí~
   Espero que lo leído hasta ahora les esté gustando, cualquier comentario constructivo es bien recibido.
   Aguardo cumplir con sus expectativas lo mejor que mis capacidades lo permitan, para no decepcionarlos al atravesar este camino juntos.
  
-Hasta leernos nuevamente,      
                                               Alixta~

Mi Otra Mitad-WonHa (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora