Con el pasar de los años yo me iba haciendo mas famosa, cada vez por distintas cosas.
Algunas personas me conocían por asesinar a sangre fría, otros me conocían por que en algún momento los ayude. No era algo que me enorgullece pero es lo que soy y ya. La única persona que me conocía un poco mas en el reino, era el capitán de un barco que iba siempre a hacer expediciones en una isla un poco mas al norte del reino. Me encantaba ir pues habían tantas criaturas misteriosas y feroces que de solo recordar me emociono.
El capitán me contratabá como un tipo "ayudante" contra los piratas, las criaturas de la isla o cuando debía entregar los minerales al palacio.Varias veces habían intentado asesinarlo pues los minerales que entregaba eran piedras preciosas, minerales valiosos para la construcción de nuevas armas, entre mas cosas. Fue la primera vez que me contrato, claramente no lo deje morir, pero al ver que era muy joven me puso la regla de no asesinar a nadie solo dejarlo atrapado y llevarlos ante los guardias, obviamente hice lo que pidio, pues me estaba pagando sin embargo siempre antes de que lo guardias intentaran verme me iba.
No pensaba poner en riesgo mi situación, con el tiempo fue confiando en mis hablilidades por lo que me daba "empleo".Los días o las noches que podía iba a la torre vieja a ver a Sebastian. Siempre estaba ahí, a todas horas algunas veces leía, otras dibujaba, practicaba algunas palabras que debía decir o simplemente dormía. Cuando lo encontraba durmiendo aprovechaba para meterme y estar junto a el, me sentaba a su lado y tocaba su cabello, era gracioso lo pesado que era su sueño, cualquiera diría que debía estar atento pero no, el dormía sin saber nada mas. Sin preocupación ni molestia.
— ¿Quien eres? —pregunto adormilado, ya me había pasado mas de una vez que se despertaba pero ya no me preocupaba, sabía que hacer.
— Vuelve a dormir querido principe, ve al mundo de los sueños y descansa que yo te cuidaré —daba un pequeño beso en su frente, causando que durmiera profundamente de nuevo.
Debía marcharme. Pero no pensaba dejarlo aquí, estaba por anochecer.
Empecé a conjurar causando que un óvalo de luz se empezara a crear, al otro lado de el estaba su habitanción, lo cargue hasta ahí y después lo deje en su cama.— Nos veremos pronto, Sebastian —dije para luego irme.
Habían pasado cuatro años y medio desde que vine por primera vez, ahora tengo dieciséis años. Mi aspecto es el mismo, pero ahora era mas alta y delgada, mi pelo plateado llegaba un poco mas arriba de los talones y es lacio en su totalidad.
Muchos en la aldea consideraban que mi aspecto había sido creado a deseo de nuestra gran madre.
No lo se y no me importaba. Habia aprendido a vivir así y realmente, no me molestaba.Cuando iba llegando al campamento me encontré a papá, estaba sentado en tronco caido de pino. Estaba serio, pensativo, entonces me volteo a ver, y suspiro.
— Selene —habló— ¿fuiste a ver al príncipe otra vez?
— Si papá.
— ¿Cómo esta?
— Esta bien, esta creciendo de una manera asombrosa, será un gran rey.
— Me alegro, tengo que darte dos noticias —me miro triste, ya se a que se refiere.
— Descuida papá —sonreí— ¿a donde debo ir?
— A las afueras del reino, en el desierto que conecta este reino con el del rey Ronis III.
— No llevare a ninguno de los jóvenes —callé un momento— Ni tampoco a ti.
— Lo se, llevaras a Castiel y Tiana. Yo cuidaré del campamento y de los jóvenes.
![](https://img.wattpad.com/cover/194906484-288-k577614.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Guardiana
FantasyToda ternura o inocencia se desvaneció de la mirada de aquella niña, quien tenía en sus pequeñas manos la sangre de la única persona a la que quería, a quien adoraba con su alma y al que hace pocos segundos... había arrebatado la vida con sus manos...